Citando al gran Carlos Cano, y cómo decía de su Andalucía, yo insignificante debutante en las labores de escritura me atrevería a decir que, Extremadura es como una bella princesa, una princesa descalza, sin trono ni gloria, ni lo tiene ni se le espera.
De norte a sur, esta virgen princesa que muchos cortejan y ninguno agasaja ni viste ni halaga.
El sufrimiento de décadas lo aliviamos como un luto, mañana será otro día que pasa en sus pueblos, su gente que al menos ahora come y tiene una casa digna, en el mejor de los casos, pero esa princesa sigue cautiva y desarmada descalza y amarrada.
No crece al son de España, pero comemos y vemos la televisión que ahora es en color, tenemos coches de segunda mano y hasta trabajamos en el P. E. R.
Se puede pedir más! Que osadía sería, queremos pasar de andar en alpargatas a conducir un Ferrari, eso es ciencia ficción, esto es Extremadura Sres.
Bella como ella sola princesa incombustible, naturaleza viva de la sangre de su gente que se mezcla con la savia de su campo y su cultura.
Ojalá esa princesa descalza cautiva harapienta, que ya es Dama aún así, podamos verla como merece y no como quieren que la veamos.
Ojalá ojalá.
