RAJOY NO, PARTIDO POPULAR, SÍ

A Alberto Rivera se le malinterpreta interesadamente. Ha dicho que no a Rajoy como Presidente del Gobierno de España, pero no ha dicho que no a un presidente del Partido Popular que no sea Rajoy Brey. Quede claro.

La mejor y más peligrosa caverna mediática del Partido Popular, junto con el aparato de Génova 13 han puesto en marcha un potente ventilador unificando conceptos distintos: Rajoy y el Partido Popular, para confundir a los votantes y trasladar interesadamente a Ciudadanos al ámbito de la izquierda y de un no existente pacto cerrado ya con el PSOE, e incluso los más atrevidos hablan ya de apoyar a Podemos en el Gobierno. Nada más lejos de la realidad, pero la apelación al miedo y al voto útil tiene estos irresponsables caminos.

 

Lo cierto y verdad es que Mariano Rajoy, muy a pesar suyo, representa la peor etapa de corrupción y endogamia del Partido Popular, donde algunos militantes le han demandado por incumplir los estatutos del partido y no convocar los congresos, lo que es un evidente secuestro de la expresión democrática de los afiliados. La demanda está admitida a trámite. Podrá ser que Don Mariano no hubiese metido la mano, nada se ha demostrado al respecto, como no ha sido llamado en calidad de imputado, antes, o ahora de investigado, es cierto. Pero las responsabilidades también se adquieren por omisión, no sólo por acción o colaboración, y un Presidente Nacional de un Partido que no se entera que las obras de la sede en la que pisa se pagan en dinero negro, o que todos sus concejales de Valencia hacen lo que hacen, o que manda mensajes de apoyo a su tesorero en la cárcel, sólo tiene un camino que es, se mire como se mire, el de la salida.

 

Salida que da pánico en Génova y en provincias a la plantilla de colocados, en uno de los mejores y mayores ejercicios endogámicos de España, que llevan 30 años viviendo de la política, sin saber hacer otra cosa y que han convertido su sillón en el principal y único fin de su actividad política, es por eso la consigna de todos con Rajoy.

 

Los votantes del PP podrán obviar todo lo anterior y expresar su confianza en Rajoy y sus colocados, están en su democrático derecho. Pero también lo está el Señor Rivera y sus votantes en el suyo de expresar que con Rajoy y con un Partido Popular sin renovación no juegan baza alguna. Si los votos de Ciudadanos son decisivos, veremos cuanto duran en el Partido Popular don Mariano y sus muchachos. Muy poco, siempre ha pasado así.