Estos colectivos desean que haya personas «competentes» que estén «capacitadas» para llevar los programas referentes a su sector en «tiempo y forma», además de defender que la relación entre cargos políticos, funcionarios, jurídicos y demás «gaitas» no sean «tema de conversación», y exigen un funcionamiento administrativo que «dignifique» su profesión y no les deje «vendidos».
El Colectivo de Empresas de Artes Escénicas de Extremadura y el Foro de Artes Escénicas de la región se han unido para proceder a formalizar una «queja» ante la Secretaría de Cultura de la Junta de Extremadura.
Consideran que la medida del presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, de suprimir la Consejería de Cultura ha «empobrecido» al pueblo extremeño, en lo que a cultura se refiere.
Además, creen que quitando cargos y asesores de cargos, quedaría «limpio» el camino para que los «creativos y profesionales» de la cultura brillen con «luz propia».
De esta forma, han indicado que la Secretaría de Cultura utiliza un modelo ya «repetido» hasta la «saciedad», que no es otro, que ayudas a producción, gira, red de teatros y programa número.
En concreto, recuerda que la ‘Red de Extremadura’ ha salido a finales de junio, a «un mes» de acabar la convocatoria, cuando «debería» haber salido antes de enero de este año. Además, temen que la segunda convocatoria salga en septiembre «sin publicar» la Resolución de Empresas y Localidades.
Por otro lado, recuerda que las ayudas a la producción han sido convocadas a finales de junio, mientras que otros años, la convocatoria ha salido «a primeros de año» y las resoluciones «en el sexto mes del año».
En relación a este tema, señalan que con «muchísima» suerte este año se irán a octubre para saber quién recibe ayudas y tendrán que justificar «el 100 por cien del proyecto antes del 31 del mismo mes».
Además, tildan de «caos» y «violencia» administrativa la situación de la Secretaría de Cultura, donde «el sistema funcionarial permite que trabajadores de la cultura, cojan vacaciones en periodo de máxima actividad, sin considerar el retraso que esto supone».
Asimismo, las artes escénicas consideran que están atadas de «pies y manos» en cuanto a «relación» y «compromisos laborales» que mantienen con la administración.
Por otro lado, exponen que sus unidades móviles, que se «inmortalizaron en una película del orgullo» para la cultura extremeña, «por primera vez en más de 30 años no han arrancado aún».
De la misma forma, señalan que los pueblos pequeños de Extremadura andan «mudos» de teatro, danza, música y folklore, porque la convocatoria salió «tarde y mal».