El abogado del conductor de la retroexcavadora pedirá en el juicio la imputación del chófer del microbús en el que viajaban los cinco jóvenes de Monterrubio de la Serena (Badajoz) que fallecieron en el accidente ocurrido el 8 de mayo de 2014 cerca de Castuera.
El Juzgado de lo Penal de Don Benito celebrará el próximo lunes, 7 de noviembre, a partir de las 9,30 horas, el juicio en el que el conductor de la retroexcavadora será juzgado, como único imputado, por homicidio imprudente.
El abogado del único imputado, José Duarte, ha considerado que «el juicio debe comenzar imputando también al conductor del autobús», algo que ha reclamado por escrito, y que se deberá «resolver al inicio del juicio oral, como cuestión previa».
Así, ha señalado que una vez que se inicie el juicio, antes de declarar el único acusado, el juez deberá pronunciarse sobre esta cuestión previa, ante la que podrá «resolverla previamente o resolverlas en sentencia», por lo que hasta ese mismo día no se conocerá el procedimiento por el que optará la magistrada.
Duarte ha cuestionado la «no imputabilidad del conductor del autobús» en el que viajaban los jóvenes fallecidos, para lo cual se basará en «datos objetivos que figuran en las actuaciones
Según ha explicado, el conductor de la retroexcavadora aseguró que en su declaración que cuando iba circulando «él puso el intermitente, miró, no venía nadie y entonces giró», y en ese momento «reconoció que no volvió a mirar», y es cuando «fue alcanzado por el autobús».
El autobús «no debería haber adelantado puesto que había una señal de intermitencia puesta, que avisaba del giro a la izquierda», ha explicado José Duarte, quien ha apuntado también que la velocidad con la que el microbús adelantó «no solamente era inadecuada, es que sobrepasaba los límites de velocidad para un conductor de autobuses con transporte escolar».
Duarte ha explicado que tanto en el trayecto de ida como en el de vuelta que hizo el microbús «fue siempre sobrepasando los 85 o 90 kilómetros, e incluso llegó a bordear los 100 kilómetros», cuando la velocidad máxima estaba en 70 kilómetros hora, por lo que ha considerado que «el conductor del autobús tenía que haber sido imputado».
«Si hay una imprudencia en un conductor, en el otro conductor creemos que la hay todavía mucho mayor», ha considerado el letrado, quien ha reiterado que «no se le puede echar la culpa, además una culpa interesada, al conductor de la máquina, y quedar fuera, al margen al conductor del autobús».
El abogado ha relatado que al conductor del autobús «no se le hizo una prueba de alcoholemia, ni un test de drogas», y además «se escondió el disco diagrama del tacógrafo durante veintintantos días», ante lo que ha reafirmado su trabajo para «intentar un juicio justo».
La acusación pide para el conductor de la retroexcavadora que sea condenado por homicidio imprudente, que conlleva una pena máxima de cuatro años, mientras que la defensa reclama la «nulidad de actuaciones», así como la imputación del conductor y la absolución del acusado.
Cabe recordar que este juicio se produce después de que el 8 de mayo de 2014, cinco jóvenes del equipo de fútbol de Monterrubio de la Serena fallecieron en un accidente de tráfico en el que el microbús que los llevaba de vuelta a su pueblo tras disputar un partido, chocó contra una retroexcavadora cerca de la localidad de Castuera.