Digital Extremadura

PEDID LA POBREZA¡¡¡ por José Moreno Losada

OPINIÓN
Comparte en redes sociales

He amanecido con el sabor esperanzado de un día que sabe a sueños, magia e ilusión, que tiene ojos brillantes y sonrisa amplia, mucha inocencia y todo es esperanza sentida y preñada de colores y sentimientos, que no se esconden y que llegan a extasiar al que los siente y al que los contempla.

He bajado a la calle y me he dirigido
a tomar café y media de cachuela –hoy excepción a tono con el
día-, y he visto mi calle, más bien la trasera de la mía. La he
contemplado desocupada, sin ningún coche, solo es asfalto y las
barreras municipales para que nadie ocupe un lugar que debe estar
preparado para algo nuevo, que requiere una preparación desnuda y
con aire de cierta radicalidad. Vacía para ser ocupada, silenciosa
para ser grito, sola para ser compañía y multitud, aparente
tristeza para llenarse de ilusión y magia, tranquilidad para ser
alboroto, desierta para ser paraíso, monótona para ser sinfonía,
fría para ser calor… He colgado la foto en Facebook y he pedido
que me digan que sugiere, y en seguida Ana – amiga anatomopatóloga-
ha hecho el diagnóstico: “CABALGATA DE REYES”. Donde se podía
haber leído avería, accidente, obras, peligro…ella ha visto la
alegría y la esperanza de la luz y el color de la epifanía.


Sí, mi
calle, sencilla y última, llena de lo diario, frontera del polígono,
pegada a la estación de tren y de las barriadas más sencillas de
Badajoz – Gurugú, Uva, Colorines- hoy será punto de partida y
entrada de la cabalgata de los Reyes Magos en la ciudad de Badajoz.
Por eso nos hemos desocupado, vaciado, entregado lo diario y lo
sencillo, en aras de lo imaginativo, lo luminoso, lo soñado,
querido, esperado, preñado… en mi camino mañanero pensaba en el
evangelio y en la fiesta de los reyes: “Pedid y se os dará, llamad
y se os abrirá, buscad y encontraréis…”. Mientras desayunaba,
tras leer el periódico, me preguntaba qué pido, a qué llamo y me
siento llamado, qué busco y qué buscan los que me rodean; desde
allí mismo, comparto sentimientos a través del Watsap con grupos
que jóvenes que acompaño, universitarios y profesionales, y les
lanzo la pregunta: ¿qué pedimos como grupo en este día…qué
carta a los reyes…? Enseguida he recibido respuestas que os
transcribo: los estudiantes piden: ilusión por lo que cada uno hace,
paciencia, alegría, fuerza de voluntad, seguridad, compromiso,
confianza, compañerismo, solidaridad, esperanza, energía… nada de
dinero, ni currículum…; los jóvenes profesionales: fraternidad y
pasión en nuestras profesiones, solidaridad, cariño, ternura y un
mundo sin malicia ni envidia, paz y amor, y Carlos rompe lanzas
sintetizando y dice: aunque son tiempos para pedir. .yo deseo que
todos DEMOS más amor, paz, solidaridad, ternura, bienestar, adiós a
las envidias y malicias…pues como pidamos mucho y no demos nada,
mal asunto.


Y ahora
recogido en la oración, yo también pido orientado por todos ante el
Padre, y pido el don de la POBREZA. Creo que es lo que debemos pedir
en esta situación de crisis en todos los sentidos. Deseo ser como
la calle, desocupada y libre, para que pueda entrar la ilusión, la
luz, la alegría, la esperanza, la comunidad… pobres para ser
libres, estar libres, crear libertad, y ser ricos en el espíritu. Lo
dice el evangelio, “es que un padre, aunque sea malo, si un hijo
le pide pan le va a dar una piedra…cuánto más vuestro padre del
cielo dará el Espíritu a los que se lo pidan”. Hoy nuestra
petición ha de ser atrevida para nosotros, nuestra iglesia y nuestra
sociedad, haznos auténticamente pobres , Padre, para que pueda
entrar tu Espíritu con todos sus dones, y la calle de nuestra vida y
de nuestra humanidad se llene de tu vida, de tu gracia, y ahí se
fundamente la nueva sociedad que necesitamos, el verdadero rostro de
iglesia que soñamos, y los cristianos y ciudadanos que nosotros
queremos y necesitamos ser. Danos en la crisis la riqueza de saber
ser pobres para ser libres. Desocúpanos de todas nuestras ansiedades
y preocupaciones- seguridades, miedos, perezas, competitividad
,consumismo, posesiones, curriculum, poder, dinero, imagen, ataduras
al fin y al cabo…-, para que descubramos que cada día tiene su
afán, y que lo que realmente merece la pena es la preocupación por
el Reino y su Justicia – fraternidad, participación, ciudadanía,
entrega, bienser, igualdad, justicia, compromiso, cercanía, ternura,
compasión, perdón, obras de misericordia-, porque si su cabalgata
entra en nosotros y en nuestra vida, todo lo demás se nos dará por
añadidura. Y no olvidemos que si dos o tres se reúnen en su nombre
y piden el reino el Padre escucha, así que pidamos unidos la riqueza
de la pobreza, y desocupemos nuestra calle personal que ya viene “el
que siendo rico se hizo pobre, para enriquecernos con su pobreza”.
Para acabar con la pobreza, pidamos el don de saber ser pobres para
ser verdaderamente libres.



Comparte en redes sociales

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *