Es una de las manifestaciones más arraigadas en la ciudadanía cacereña, que lleva celebrando la fiesta en honor de los mártires San Sebastián y San Fabián, varios siglos y desde 1980 en la ermita del Paseo Alto, gracias a la benefactora Juanita Franco, mayordoma de la hermandad de los Mártires en la capital cacereña.
Una imagen de una virgen , posiblemente del Carmen y que podría haber estado en la iglesia parroquial de Santiago, que se encontró la cacereña Juanita Franco, mayordoma de la hermandad de los Mártires,envuelta en una sábana y que la restauró ya que estaba muy deteriorada, hasta presentársela al obispo de la época, Jesús Domínguez Gómez, dio origen a la revitalización de la Fiesta de los Mártires, en honor de la propia vírgen y de los santos Fabián y Sebastián, que se celebraba desde 1860 en su segunda época, para «perderse» en los albores de la Guerra Civil española, para reanudarse definitivamente en 1980, gracias a la citada Juanita Franco, a su incondicional secretario de Hermandad Pedro Muriel, al resto de voluntarios, más de una veintena, que hacen posible esta efemérides., y al interés que puso el concejal de festejos de entonces, Joaquín Sánchez Polo, Terio.