¿Qué platos son mejores que el sexo?

En ocasiones, las sensaciones que algunos platos de comida producen en quienes los prueban son tan deliciosas, tan increíblemente multisensoriales, que hay incluso quien llega a compararlas con el sexo: gastrofilia, gratificación oral y hasta gastro-orgasmo, son algunos de los apelativos con que determinados platos han sido calificados por sus incondicionales

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Pero ¿qué piensan sobre esto los profesionales de la cocina? La periodista y escritora gastronómica estadounidense Mar Yvette, en su publicación online Marpop, ha pedido a varios chefs y propietarios de restaurantes en Estados Unidos que describan cuáles son esos platos que realmente hacen que se vuelvan ‘locos de placer’.

Para el conocido chef  y restaurador de origen austriaco establecido en EE.UU., Wolfgang Puck, la trufa blanca casi podría llegar a compararse con el sexo: «Mi plato favorito de toda la vida es cualquier cosa que lleve trufa blanca, especialmente una pizza. Es fragante, decadente, rica y…todo lo demás”.

«¿Qué platos son mejores que el sexo? Uff, eso sí que es difícil”, asegura Nguyen Tran, chef y propietaria del restaurante de comida japonesa Starry Kitchen en Los Angeles. “¿Lo que hace que me derrita, me desmaye y sólo quiera hacer el amor con mi boca una y otra y otra vez? Pues la verdadera carne de Kobe en Japón, tan suave, mantecosa y deliciosamente delicada, sin nada más que le añada sabor”.

Uno de los ganadores del concurso Iron Chef America, Kerry Simon, dice: «Esa es una pregunta absurda! Ninguna comida es mejor que el sexo. Aunque si tengo que elegir algo, yo diría que las ostras. Sin nada más, sólo ostras. Me gustan solas, con jugo de limón». 

Michael Symon, chef, restaurador y co-presentador de The Chew, un show de cocina emitido por la cadena estadounidense ABC, asegura que “puestos a elegir algo, que sea el bacon; es voluptuoso, delicioso y te deja una sonrisa en la cara».

Jodi, el fundador y propietario del conocido The Griddle Cafe, en Hollywood, se inclina por la tostada francesa de chocolate que sirven en su propio establecimiento: «Nuestro extremadamente rico pan repleto de pepitas de chocolate agridulce, bien hecho al grill y coronado con crema batida y malvavisco tostado… Mmmm».

Dakota Weiss, chef ejecutiva de W Hotels en Los Angeles asegura que le vienen a la cabeza dos cosas: “tuétano extendido sobre un crujiente pan caliente con ajo, alcaparras y sal Maldon; se me hace la boca agua! Y además, una cremosa salsa butterscotch (matequilla y azúzar) con una pizca de sal. Podría vivir en una isla y renunciar al sexo por estas dos cosas”. 

Por su parte, Jet Tila, uno de los socios del gastrobar The Charleston, en Santa Mónica, responde: «Wow! No voy a mentir, soy un gran fan de la comida, pero el sexo es endiabladamente impresionante. La comida que me recuerda el sexo sería cálida y jugosa … tendría que decir que como el rabo de toro estofado. Si cogemos una pieza de carne con una buena cantidad de grasa y la cocinamos hasta que casi se haga trozos, eso para mí es mejor que el sexo. Bueno, ¡a veces! ¡a veces!»

Finalmente, Michael Fiorelli,  sous chef ejecutivo de Terranea, un lujoso resort en Palos Verdes, California, dice: «Wow! Eso sí que es duro. Creo que el sexo es lo que más me gusta en  este mundo. Si tuviera que elegir algo, sin embargo, yo diría que un erizo de mar fresco sobre un arroz caliente de sushi, con soja y un huevo de codorniz crudo».

Vía diariodegastronomia.com