Este sábado dos de marzo ha reabierto sus puertas para atención al público, el parador de Guadalupe, cerrado temporalmente a causa de una reciente reestructuración llevada a cabo por la red hotelera pública, en la que se vieron afectados un total de 25 establecimientos con un total de 350 empleados que perdieron su empleo.
Junto al de Guadalupe, vuelven a su actividad normal, por temporada, los de Aiguablava (Girona), Alcañiz (Teruel), Cardona (Barcelona), Fuente Dé (Cantabria), La Seu de Urgell (Lleida), Santo Estevo (Ourense) y Vic (Barcelona).
La reapertura de estos hoteles llevará consigo la mejora de servicios y la potenciación de actividades especiales, en varios de ellos centradas en la gastronomía, como es el caso de los Paradores de Aiguablava (Girona), Cardona y Vic-Sau (Barcelona) y Seo D’Urgell (Lleida), quienes en sus menús harán un especial hincapié en la cocina tradicional de sus respectivas regiones geográficas.
Un poco de historia
La dirección de Paradores de Turismo presentó a finales del pasado año un plan de medidas destinadas a asegurar la supervivencia de la compañía. El objetivo de la reestructuración era garantizar la continuidad de la red hotelera pública, adecuando su plan de operaciones a la realidad del sector y de la actual demanda, controlando los costes operativos, situándose en posición competitiva y reduciendo las pérdidas acumuladas desde 2007.
Según el comunicado emitido en su momento por la compañía, su situación financiera de la compañía resultaba insostenible. A la caída de la demanda (pasando de un índice de ocupación del 70% en 2007 a un 52% en 2012) se unían las pérdidas acumuladas de 77 millones hasta 2011, y las pérdidas previstas para 2012 que ascendían a otros 30 millones. Paradores aseguraba que, de no tomar medidas, en 2013 las pérdidas alcanzarían los 139 millones.