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La UEx propone un método que facilita el diagnóstico de la leishmaniosis

OCIO Y SALUD
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La Facultad de Veterinaria de la Universidad de Extremadura está investigando el diagnóstico de la leishmaniosis a partir de la detección de la presencia de ADN del parásito Leishmania infantum en el pelo del perro. El objetivo es ofrecer un método de diagnóstico más rápido, menos costoso e invasivo que las pruebas actualmente existentes.

Dentro
del grupo de investigación PARASITOEX de la Universidad de Extremadura, Luis
Carlos Gómez Nieto, que lleva más de 20 años trabajando en el diagnóstico y
estudio clínico de la leishmaniosis, coordina un equipo de investigadores que
están desarrollando una vacuna eficaz y segura contra la enfermedad provocada
por la Leishmania infantum. Todo ello en el marco de convenios con la empresa
farmacéutica LETI S.L.U. que financia la investigación desde los últimos 10
años. El parásito Leishmania infantum provoca la manifestación más grave de la
enfermedad, la visceral o sistémica, ya que afecta a órganos como el hígado, el
riñón y el bazo y, si no se trata a tiempo, puede ser mortal. De ahí la
importancia de un diagnóstico precoz, teniendo en cuenta, además, que los
síntomas de la leishmaniosis no son siempre concluyentes.

 

La
leishmaniosis es una enfermedad de difícil diagnóstico, que depende de la
evaluación de tres pruebas: la observación clínica, el análisis inmunológico y
el parasitológico. Según explica la investigadora Silvia Belinchón, “el
diagnóstico de la leishmaniosis hay que basarlo siempre en los resultados de
tres técnicas sin omitir ninguna. La observación clínica, es decir, cuáles son
los síntomas; el análisis inmunológico para detectar la presencia de
anticuerpos; y el análisis parasitológico, a partir de la biopsia de una
muestra tomada de los ganglios linfáticos o de la médula ósea”.

 

Partiendo
de la premisa de que el pelo puede acumular tóxicos ambientales y excretar
sustancias químicas y biológicas foráneas, los investigadores extremeños han
buscado la presencia de ADN del parásito en el pelo de perros naturalmente
infectados por Leishmania infantum. El objetivo es desarrollar un método capaz
de proporcionar el análisis parasitológico de manera no invasiva, como
alternativa a la biopsia de ganglio linfático o médula ósea. “El procedimiento
consiste en extraer el ADN del pelo y, mediante una PCR (reacción en cadena de
la polimerasa) en tiempo real, detectar y amplificar una región muy pequeña y conservada
del ADN del kinetoplasto del parásito (es decir, de su ADN mitocondrial), que
está presente en todos los parásitos del género Leishmania”, explica Belinchón.
De esta manera, las resultados han demostrado que el ADN de Leishmania puede
ser detectado y cuantificado en el pelo de perros infectados, incluso
analizando un único pelo.

 

Este
método presenta una ventaja añadida, puesto que la muestra de pelo obtenida no
necesita condiciones de almacenamiento especial, se conserva bien sin necesidad
de refrigeración, y en 24 horas los resultados están disponibles. Estas mejoras
aportan, por tanto, una reducción de coste y tiempo. “Es un método muy nuevo,
estamos pendientes de desarrollar nuevas aplicaciones del mismo,  incluso queremos precisar el momento en el
que el  ADN del parásito se incorpora al
pelo del perro en el transcurso de la infección”, añade Silvia Belinchón, que
ha iniciado esta investigación en el marco de su tesis doctoral.

 

La
leishmaniosis canina es una enfermedad parasitaria transmitida por la picadura
del mosquito flebotomo. La especie Leishmania infantum es endémica en España y
en países de la cuenca mediterránea como Francia, Italia, Grecia, Turquía,
Israel, Egipto, Libia, Túnez, Argelia y Marruecos. En Extremadura se estima que
el 12% de los perros son seropositivos en la provincia de Cáceres, tal y como
reflejan los últimos estudios realizados en el Valle del Jerte, La Vera, Sierra
de Gata, Valencia de Alcántara, o la Sierra de la Mosca de la ciudad de
Cáceres.

 

Una enfermedad olvidada en las personas

 

A pesar
de que en el sur de Europa la leishmaniosis afecta a los perros y a ciertas
especies silvestres, las personas también son susceptibles de desarrollar la
enfermedad, sobre todo en las zonas tropicales y subtropicales. En estos países,
la leishmaniosis es una enfermedad endémica relacionada con las condiciones de
extrema pobreza; de hecho, forma parte de la lista de 17 enfermedades
tropicales olvidadas, que en contraste con otras enfermedades como el SIDA, la
tuberculosis o la malaria, no obtienen suficientes fondos para la
investigación. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la
incidencia de la leishmaniosis está asociada a la malnutrición, la
inmunodepresión y a otras enfermedades concomitantes,  entre otros factores. Su creciente expansión
en los últimos 10 años se ha visto favorecida por los cambios en el medio
ambiente, la desforestación y las urbanizaciones descontroladas. Como la
notificación de la enfermedad solo es obligatoria en 32 de los 88 países afectados,
la OMS estima que se producen 2 millones de casos nuevos al año (1.5 millones
de casos de leishmaniosis cutánea y 500. 000 de leishmaniosis sistémica o
visceral). A pesar de que la forma cutánea es menos grave, causa, sin embargo,
lesiones en la piel y deja secuelas físicas y visibles que estigmatizan a la
persona.


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