Digital Extremadura

HUGO CHÁVEZ Y LA MÉRIDA EXTREMEÑA

OPINIÓN
Comparte en redes sociales

[Img #25653]

De
los pocos que ha escrito ( y no mucho) sobre uno de los Conquistadores más
importantes que ha tenido Extremadura y sin embargo olvidado por todos,
fundador de la ciudad de Mérida de Venezuela, Juan Rodríguez Suarez he sido yo.
Las cosas, tras la llegada de Hugo Chávez al poder tampoco le fueron mejor a
este insigne personaje nacido en la Mérida extremeña.

 

Comenzaba,
uno de mis artículos, con la reseña que aparecía en un folleto turístico de
esta ciudad Venezolana.

 

En una alargada isla situada en el
centro de la Avenida Andrés Bello, llamará su atención un imponente monumento
que descansa sobre un impecable jardín.

 

Encima del gran pedestal sobresale la figura de Juan
Rodríguez Suárez (Xuárez), el díscolo «Capitán de la Capa Roja» que,
sin permiso alguno, fundó Mérida no una sino dos veces, siendo el cercano
sector de El Punto o Zumba el lugar de la segunda fundación.

 

No sólo fundó y refundó Suárez la ciudad, sino que
también abrió el camino por los páramos del Norte hasta la actual Santo
Domingo. No deja de sorprender que el monumento a Suárez es más grande que el
del propio Libertador en la Plaza Bolívar.»

 

En la
celebración de FETUREX, el representante de Venezuela me dijo, cuando le
entregaron el artículo que escribí, en el 2007 para conmemorar el 550
aniversario de la fundación de la ciudad de la Mérida Venezolana por parte del
emeritense.

 

-Puede usted
quitar ya el encabezamiento del artículo, porque han retirado la estatua.

 

Y es que el
personaje de Rodríguez Suárez le sirvió al Hugo Chávez como contrapunto para
exaltar al cacique contra el que luchó, y como en toda balanza cuando más se
hunde un platillo, más se eleva el contrario. Así pues, nada mejor para
comprender tal situación que transcribir una de las noticias que aparecían en
la prensa venezolana:

 

«Desconocidos
destruyeron una centenaria estatua de Cristóbal Colón el martes en el Día de la
Raza, en tanto el presidente Hugo Chávez honró la memoria de las tribus
autóctonas que se rebelaron contra la dominación española.

 

Decenas de
indígenas ataviados con sus multicolores vestimentas, se congregaron a las
puertas del Panteón Nacional, en donde desde el año 2001, por iniciativa de
Chávez, simbólicamente reposan los restos del cacique Guaicaipuro, el más
célebre de los indígenas venezolanos que se enfrentaron a los conquistadores
españoles. Guaicaipuro ahora comparte junto al prócer Simón Bolívar «un
lugar de honor entre los héroes de la patria», dijo José González, un
indígena de la tribu Pemón frente al Panteón durante una ceremonia encabezada
por Chávez; «Sabemos que sus huesos (
de Guaicaipuro) no están allí, pero
agradecemos el gesto de reconocer por fin el valor de la lucha indígena y que
este día ahora se honre la memoria del indígena y no como antes, al sable de
los conquistadores» Chávez dispuso el año 2002 que la fecha de 12 de
octubre, antes observada como el «Día de la Raza», fuese rebautizada
«Día de la Resistencia Indígena».

 

Este día es
llamado “Día Nacional de Guaicaipuro y Caciques de la Resistencia”.Ni que decir
tiene que para mayor exaltación del cacique se levantó en su honor una estatua,
que reproduce la estética grandiosa de las de los conquistadores, con la
diferencia, de que posiblemente Guaicapuro nunca montó un caballo y que si
leemos los relatos que nos han llegado, su valentía dejaba bastante que desear;

 

“ Al
enterarse Juan Rodríguez Suárez del desembarco del tirano Lope de Aguirre, se
dirigió hacia Valencia con sólo 6 soldados. Los caciques Guaycaypuro y
Paramaconi, juntamente con gran cantidad de indios los emboscaron y atacaron
durante tres días, Juan Rodríguez se refugió en una colina y envió a Alonso
Fajardo a pedir socorro, pero su perro le delató con los ladridos y fue muerto.
Posteriormente caerían sus otros cinco compañeros. Juan Rodríguez apoyado
contra un árbol y rodeado de indios cayó muerto de agotamiento. Aún en el suelo
los indios no se atrevían a acercarse al cadáver, puesto que les infundía
terror. Al comprobar que estaba muerto se repartieron sus restos y su capa roja
como trofeos de guerra de un personaje invencible. Guaycaypuro se quedó con su
espada, de la que no se desprendería hasta su propia muerte

 

Animado por
este éxito, se constituyó en la figura central de un gran levantamiento por
parte de todas las tribus y jefes indígenas del Valle de Caracas (Naiguatá,
Guaicamacuto, Aramaipuro, Chacao, Baruta y Paramaconi, entre otros), lo que
hizo temer a los españoles por el futuro de la recién fundada Santiago de León
de Caracas (1567). Francisco Infante y sus hombres atacaron a Guaycaypuro y le
incendiaron su choza. Antes de perecer saltó fuera y fue muerto luchando con la
espada que le arrebató al cadáver de Juan Rodríguez.

Sobre la
existencia de Gauycaypuro como líder de una Confederación de indios no existen
más datos que los que escribe José Oviedo y Baños en su Historia de la
Conquista y Población de la Provincia de Venezuela, en 1723 pero no hay
documento alguno que lo confirme. Pero ya se sabe, los mitos están hechos de
humo y ante eso de poco sirve la invencible espada de Juan Rodríguez Suárez,
aquel emeritense que temía más al orgullo del linaje de los españoles que
decían ser cristianos viejos, que a las tribus indígenas.”

 

 

Claro que
por escribir estas cosas, mirando en internet por si había algo más sobre Rodríguez  Suárez,  me encontré varios escritos, procedentes de la
prensa venezolana, en la que me definían entre otras cosas, fácilmente
comprensibles en nuestro lenguaje habitual, como “morcillón”, y supongo que
tras este escrito, si lo leen, volverán a repetir, posiblemente amplificado, el
lenguaje chacinero contra mí.


Comparte en redes sociales

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *