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El ejemplo de la Confederación Hidrográfica del Guadiana

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Hace unos días DEx publicaba datos concretos respecto a la evolución de la licitación de la Confederación Hidrográfica del Guadiana y en especial a lo interesante que resultaba ver como en las adjudicaciones inferiores a los cinco millones de euros la participación de los grupos empresarias locales, en Castilla La Mancha, Extremadura o Andalucía era mayoritaria.

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En opinión de DEx eso es positivo. La adjudicación a grupos territorialmente próximos deja el valor añadido en la tierra, genera empleo y actividad y con ello aumentan las expectativas de crecimiento y estabilidad económica. Además estas empresas, en su mayoría de origen y presencia familiar, suelen ser menos conflictivas dada su menor capacidad de presión por una parte y por otra su mayor apego a lo que hacen dado que en la mayoria de los casos lo sufren o disfrutan según la calidad de su acabado.

Las grandes empresas en realidad no lo son, son gestoras de obras, en su mayor parte en manos de bancos y fondos corporativos financieros que con una gran capacidad de recursos económicos hacen grandes bajas  en las ofertas, subcontratan la obra con las empresas locales que son realmente las que las hacen y posteriormente las condicionan decisivamente con plazos insostenibles de pago.

Lo acabamos de saber en las obras del AVE en la provincia de Cáceres, los subcontratados, todos empresas de aquí, TIENEN QUE MANIFESTARSE PARA QUE LES PAGUEN TRABAJOS YA REALIZADOS!!!! y les adeudan más de 600.000 euros, más de cien millones de las antiguas pesetas. Eso lleva a la ruina a estas empresas, en realidad agrupaciones de trabajadores en torno a un gestor.

[Img #25664]Desgraciadamente estas prácticas aumentan  por resultar que ahora, en tiempos de penurias licitadoras, las grandes empresas se presentan a todo, no sólo a lo grande y entre las bajas qué pueden hacer, en las que no compiten los pequeños y sus competentes, eso sí, gabinetes técnicos, que «afinan al máximo» consiguen adjudicación tras adjudicación ante la desesperación del tejido empresarial local y la falta de acción de las Administraciones Públicas para amparar su verdadero tejido productivo.

Todo se reduce a una mera cuestión financiera, las grandes empresas al acumular grandes bolsas de adjudicaciones presentan volúmenes de obras en ejecución importantes que permiten a los bancos financiar incluso las pérdidas derivadas de las bajas presentadas. Los pequeños y locales no pueden competir con eso.

Pero algunos sí se preocupan. Es destacable el celo de las administraciones vascas, que evalúan el número de trabajadores contratados en la Comunidad Autónoma, incluso hasta la cualificación de los mismos o también el número de metros cuadrados de instalaciones en su territorio o la cantidad y calidad de medios materiales residenciados o inmatriculados en su Autonomia.

Con estas referencias,  las cosas cambian,esperemos que otros sigan su ejemplo, ahora tenemos entre manos adjudicaciones importantes, de distintos ministerios, del Gobierno de Extremadura, de sus organismos autónomos, ahora es el momento.


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