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10 ciudades que harán las delicias de los amantes del chocolate

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Unos dicen que engorda, que produce granos, acelera las arrugas y que resulta adictivo. Otros, por el contrario, aseguran que el chocolate, en todas sus formas, genera destacados beneficios para el organismo, pero sobre todo, para el espíritu y el estado de ánimo personal.

[Img #25677]En cualquier caso, se trata de un dilema que los amantes del chocolate prefieren no plantearse, ya que el placer que aporta este delicioso alimento está por encima de toda duda. Para este último grupo de incondicionales, estas diez ciudades, de demostrada tradición y probada experiencia chocolatera, resultarán sin duda irresistibles.

Colonia (Alemania)

Colonia, a la que muchos aficionados llaman ‘La capital del chocolate’, es el hogar de la tradicional y famosa chocolatería Stollwerck, la segunda empresa proveedora de chocolate al mercado de EE.UU. 

Pero además, en la década de los 90 y con motivo de su 150 aniversario, Stollwerck celebró una exposición en la que se recopilaba una amplia variedad de elementos históricos relacionados con este producto, que por su interés terminó convirtiéndose en el primer Museo de Chocolate en el mundo, un espacio que recoge toda la historia del chocolate, desde sus orígenes en mayas y los aztecas a los productos hoy y sus métodos de fabricación y por el que pasan anualmente más de 600.000 visitantes.

Tain L’Hermitage (Francia)

Tain L’Hermitage es una población y comuna francesa situada en la región de Ródano-Alpes, considerada internacionalmente como la sede de la vanguardia chocolatera con su principal exponente en la empresa productora Valrhona, fundada en 1922 por el chef repostero Albéric Guironnet y la tradicional escuela chocolatera Ecole du Grand Chocolat, donde un curso de tres días cuesta alrededor de 750 euros.

Hershey (Pennsylvania, EE.UU.)

La antigua ciudad de Derry Church, en Pensilvania, fue rebautizada en 1906 con el nombre de Hershey debido a la tremenda popularidad que llegaron a adquirir en todo el país los chocolates producidos por la fábrica del mismo nombre instalada en esa localidad por su fundador, Milton Snavely Hershey.

Considerada actualmente como la compañía fabricante de chocolates más grande de los Estados Unidos, Hershey ha logrado que la propia ciudad sea apodada como «el lugar más dulce de la Tierra».

Nueva York (EE.UU.)

La fama chocolatera de Nueva York tiene un origen totalmente contrario a la de Hershey. Bajo el atractivo de ser considerada como la capital mundial, chocolateros de todos los rincones del mundo fueron instalándose paulatinamente en esta gran ciudad, trayendo con ellos sus diferentes toques particulares que plagaron de inusuales sabores esta dulce industria.

En Nueva York conviven miles de chocolaterías, aunque algunas destacan sobre las demás, como es el caso de Jacques Torres ChocolateChocolate BarMarieBelleLi-Lac o Richart Design et Chocolat.

Villajoyosa (Alicante, España)

Considerada durante años como ‘la ciudad del chocolate’ española, la relación de Villajoyosa con este producto comienza en el siglo XVIII, cuando varios industriales locales deciden importar granos de cacao procedentes de países como Venezuela y Ecuador.

Desde entonces, esta ciudad alicantina mantiene la tradición, con marcas tan conocidas comoChocolates Valor, fundada en 1881, el chocolate gourmet más antiguo de España. También cuentan con un interesante museo sobre la historia del chocolate que a cualquier aficionado merecerá la pena visitar.

San Francisco (California, EE.UU.)

Esta ciudad estadounidense alberga algunos de los fabricantes de chocolate más antiguos de todo el país. Al igual que en el caso de Nueva York, la ciudad se convirtió en un atractivo para infinidad de maestros chocolateros procedentes de tierras lejanas, que instalaron allí sus tiendas y negocios.

Entre ellos destaca Ghirardelli Chocolate, una compañía montada nada menos que en la época de la fiebre del oro por Dominico Ghirardelli. Actualmente, la Ghirardelli Chocolate Company, la que fuera antigua fábrica de esta empresa en la costa de San Francisco, es una atracción turística muy conocida, la llamada Ghirardelli Square, mientras que la producción real de chocolates se lleva a cabo en una instalación con mucho menos encanto, en los suburbios de San Leandro.

Oaxaca (México)

Los antiguos indígenas de estas tierras americanas fueron los primeros chocolateros del mundo, un producto que consideraban como parte fundamental de su cultura; y México ha continuado la producción de este producto hasta el momento actual.

Quienes visitan la ciudad de Oxaca no pueden evitar la tentación de probar este producto en alguna de sus múltiples variedades, ya sea un chocolate caliente, un bombón o un pastel, pero eso sí, siempre se tratará de un chocolate del tipo amargo, fiel a su pasado ancestral. Los establecimientos más famosos son MayordomoGuelaguetza y La Soledad.

Barcelona (España)

Los españoles fuimos los primeros europeos en probar el sabor del chocolate, un alimento llegado a nuestras tierras procedente del recién descubierto nuevo continente. La ciudad de Barcelona se convirtió rápidamente en amante incondicional de este dulce y entre sus aportaciones a esta industria figura la construcción, en 1780, de la primera máquina productora de chocolate.

En tributo a su historia, Barcelona cuenta actualmente con un museo dedicado al chocolate, La Xocolata, en el que se puede encontrar desde chocolate caliente hasta magníficas esculturas realizadas con este producto.

Zurich (Suiza)

Los suizos son los mayores consumidores de chocolate en el mundo y la ciudad de Zurich, en concreto, cuenta con fábricas como Cailler-NestleTobleroneLindtTreuscher o Sprungli, una realidad que ha convertido a esta localidad en una especie de centro europeo del chocolate.

La empresa Cailer-Nestle ofrece una excursión llamada El tren suizo del chocolate, un recorrido que parte de Montreux, con parada en la villa de Gruyeres, donde se fabrica el famoso queso Gruyere, para finalmente llegar a Broc y disfrutar de una visita a la fabrica Cailler-Nestle.

Bruselas (Bélgica)

Bélgica en su totalidad es un paraíso para los aficionados al chocolate gracias a sus 12 fábricas, 16 museos dedicados al tema y más de 2.100 chocolaterías. Pero es Bruselas la ciudad que ostenta un protagonismo especial, ya que alberga a dos de las empresas chocolateras mayores del mundo, además de infinidad de pequeñas y deliciosas boutiques.

Aunque en toda la zona se produce una amplísima variedad de chocolates, la más singular es probablemente el praliné, elaborado por primera vez en esta ciudad en 1912 por Jean Neuhaus.


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