Hemos
pensado y hemos recapacitado infinidad de veces, sobre lo que significa la
palabra “masoquismo” y nunca hemos sido capaces de llegar a entender,
si es que los “masoquistas”, estamos más cerca o más lejos de la
realidad que estamos viviendo y de la
sociedad que nos rodea.
El novelista
Sacher-Masoch consagraba este
concepto para expresar el gozo erótico que algunas personas sienten en el dolor.
S. Freíd, al estudiar el
problema del “masoquismo”, afirmó la existencia de una pulsión fundamental,
el instinto de muerte opuesto a la
libido y que tendería a la destrucción
del propio individuo y que aplicada al “masoquismo”
se interpretaría como una especie de castigo, que se busca en un placer considerado
como culpable.
Las personas
masoquistas son las que padecen esta aberración. Pero todos nos preguntamos: ¿Es que, los que buscamos la verdad y
el equilibrio en nuestra sociedad, sin perseguir beneficios para sí, luchando y
dando la cara por conseguirlo, tenemos que ser forzosamente masoquistas?. Esto parece ser muy triste.
¿Los que pelean desinteresadamente por conseguir
resultados positivos para la sociedad que les rodea, sin importarles los “comentarios
facinerosos” en su contra,
tienen que ser masoquistas por necesidad?. Si esto es así, deberíamos empezar ya, por
considerarnos “masoquistas”, todos los
que pretendiendo y defendiendo los intereses de la mayoría sin más;
estamos siendo insultados, vilipendiados, ultrajados, denigrados, maldecidos,
maltratados, ofendidos, injuriados, agraviados, y no sé cuantos más “ados…”, podríamos
aumentar; porque lo que nos está pasando a muchos de los que defendemos a capa y espada la dichosa Refinería de Balboa, no se puede
considerar de otra manera, más que de esta. ¡Seguramente los que insultan, son los
acertados y los sensatos y discretos los equivocados!. Es probable, pero eso ya
lo veremos.
Y la
cuestión, no es más que esa: Que algunos pensamos que éste, es un asunto
que debemos defender contra viento y marea, porque nos parece bueno para
Extremadura y en cambio a los que no les parece tan bueno (que es muy
respetable), nadie les dice nada, ni los insulta y sin embargo ellos mismos se
beatifican.
Existen muchos
que se callan, que no dicen nada,
que no se quieren comprometer, pero que al final estarán a favor de los que
consideramos que esto es bueno.
Probablemente, los que peleamos por el “SI”
abiertamente, es que estamos nadando contra corriente; pero esto nos
tranquiliza y congratula, ya que los peces que nadan contra corriente, suelen
ser los más fuertes y los más valientes.
Respetamos
abiertamente a los que no están de acuerdo con citadas empresas y que puedan
hacer “Plataformas del NO”, que realicen mesas redondas, que den conferencias
y charlas informativas en los distintos Centros culturales de las ciudades
protagonistas y hasta que realicen manifestaciones a las puertas de la
Presidencia de la Junta de Extremadura (sin respeto ninguno al Gobierno de la
Nación) y hasta aéreas, no permitidas en días y en actos especiales y
marchas por carretera, para hacerse notar…; etc., etc.,
Pero los
que pensamos que “SI” deben
montarse esas empresas -que también tenemos nuestros derechos, para manifestarnos
como nos dé la gana-, sin tener
necesidad de ser insultados cada dos por tres, ni esconder intereses oscuros
como dicen los más viperinos, o ser obligatoriamente seguidores
de las ideas socialistas del PSOE -porque aquí ya se
sabe-, si estabas a favor de las
ideas que promovía la Junta de Extremadura, no había
términos medios, ya te estaban tachando
de “izquierdoso”, de “rojo” y de seguidor del PSOE
¡por coj…!, (aunque de todo
hay en la Junta del
Señor, porque también los hay del
P.P.), en cambio a los que siguen las consignas contrarias sin saber
quien las dirige -porque no suelen dar la cara
nunca-; no los puedes tachar de “inmovilistas”, por decirlo de
alguna manera fina, para no molestar a nadie; o llamarlos de otra manera más
gruesa, que es lo
que merecerían.
¡Vamos a
llevarnos bien! y vamos a esperar los resultados que deberán llegar en su
momento, para saber si
montamos esas empresas o no y así saldremos todos de duda,
y veremos si al final los que prodigamos el “SI” somos masoquistas o los que defienden el “NO”, lo han sido ellos antes. Lo importante en este tema, es la tolerancia
de unos y de otros y nunca las
malas formas, si de verdad
queremos llevarnos bien.