El menor de los hijos del matrimonio hallado muerto en Cáceres, Carlos Barra Quintanilla, ha confesado ser autor del crimen. Ocurría el pasado lunes, 18 de marzo, cuando decidió acabar con la vida de sus padres disparando con una escopeta.
Así lo
ha asegurado Eliseo Del Blanco, teniente fiscal de la
Fiscalía Provincial de Cáceres. El detenido ha prestado
declaración en los Juzgados cacereños durante algo más de dos horas. Al término
de ésta, el el juez instructor ha decretado prisión provisional incondicional, al habr confsado los hechos.
Parece ser que Carlos Barra, de 38 años, separado y con dos hijas, es consumidor habitual de estupefacientes, y después de haber estado toda la noche del sábado al domingo, 16 y 17 de marzo, consumiendo bebidas y drogas, se fue a dormir y en la casa de sus padres, con los que vivía, es donde disparó a los mismos, primero al padre en el estómago, y después a la madre, que estaba dormida en su habitación, en la cabeza,muriendo instantáneamente. Al ver que el padre no había muerto, le » remató» con varias cuchilladas en el cuello. A continuación se hizo con 5400 euros que guardaba el padre en su casa, y se fue a comprar droga, parte de la cual consumió de nuevo en el domicilio a donde regresó hasta que se dio a la fuga, yéndose hacia Zafra en su propio coche, un Toyota Corolla de color rojo, donde estuvo en un hotel, en un club de alterne y en casa de un amigo, lugar en el fue detenido en la noche del 20 al 21 de marzo, teniendo en su poder 90 euros.
En la declaración ante el juez, el parricida, al que se le ha asignado un abogado de oficio, ha confesado sus crímenes, que los hizo bajo los efectos de las drogas y por un móvil meramente económico, pero no ha mostrado ningún gesto de abatimiento.
Carlos Barra es acusado de dos delitos, por una parte dos asesinatos en las personas de sus padres y otro de conducir bajo los efectos de sustancias estupefacientes. El juez ha decretado su ingresión en prisión comunicada sin fianza.
