El buen tiempo se niega a imperar en pleno ecuador de la Semana de pasión. En Cáceres, por ejemplo, seis de los nueve desfiles procesionales han sido suspendidos por la lluvia,y los que han salido no se han privado de al menos que apareciera. Es la tónica general en Extremadura, sobre todo en el norte, una comunidad que vive la Semana Santa con intensidad y en la actualidad con resignación, aunque parece ser que el tiempo mejorará al menos hasta el Viernes Santo.
Ni el Perdón ni el Amparo en Cáceres, ni Las Descalzas y San Fernando en Badajoz, ni las Lágrimas y el calvario en Mérida, y así se podría continuar por el ancho espacio extremeño, pudieron salir, aunque sí se celebraron diversos actos religiosos en los templos, acompañados de más de una lágrima.