Aunque fueron muchas las preguntas, casi dos horas de interpelaciones, Mario Draghi ha ofrecido pocas respuestas, y ninguna nueva, ante las cuestiones de los eurodiputados con motivo del debate del Informe Anual del BCE 2011 que se presentó hoy en la eurocámara y que será votado este miércoles. El citado informe pide más esfuerzos para la estimulación del crecimiento económico y la creación de empleo por parte del BCE.
Pero también insta a que los créditos con bajos intereses concedidos por el eurobanco deben estar sujetos a condiciones, para asegurar que los fondos realmente se destinan a cubrir las necesidades crediticias de familias y pymes.
En su intervención inicial, Mario Draghi, ha aprovechado para recordar que la legitimidad de la institución que representa se consolida por intervenciones como la que ha tenido lugar en la cámara parlamentaria comunitaria. El presidente del BCE ha comenzado su exposición pidiendo la aplicación «de forma contundente» de las reglas que endurezcan las sanciones contra los países con déficits excesivos, como es el caso de España, para demostrar la credibilidad de la eurozona.
En referencia a las interpelaciones que pidieron al BCE la ampliación de sus competencias, Draghi ha recordado que el mandato de su institución es «mantener la estabilidad de los precios y apoyar la confianza en la economia». Las condiciones económicas de los últimos meses han sido «excepcionales» según Draghi, lo que ha provocado que se adoptasen medidas también «excepcionales» por parte del BCE.
Debido a estas excepcionalidades, las medidas de ajuste aplicadas han sido muy duras y han provocado la contracción del consumo, creando así una insostenibilidad en el desarrollo y un progreso cíclico a la baja. Draghi ha pedido a los Gobiernos «que hagan su parte» y que no depositen toda la responsabilidad en el BCE. En este contexto, Draghi se ha felicitado por el aumento de las exportaciones registrado por España, «que ha alcanzado cifras previas a la crisis».
Varios eurodiputados españoles han solicitado soluciones a la fragmentación del crédito, como ya hiciera el ministro de Economia, Luis de Guindos, pero el banquero italiano se ha mostrado rotundo, «hay menos fragmentación que antes, ha habido cierto progreso en ese aspecto».
Los eurodiputados han orientado sus preguntas hacia los posibles riesgos que afronta la eurozona y la unión. Aunque los riesgos siguen presentas para Draghi, «los esfuerzos realizados por los Estados han hecho mejorar la situación y evitar mayores desastres» pero instó a los gobiernos a mantener los ajustes y no relajar los objetivos de déficit. Y si la recuperación total no ha llegado todavía se debe a tres factores ya mencionados en la comparecencia posterior al consejo de Gobierno del BCE. Los tres motivos que esgrime Draghi para la ralentización de la recuperación son la «falta de fondos, de capital y el miedo de los bancos a prestar dinero».
El representante del BCE ha llamado a establecer un puente entre el grupo de países con mejores indicadores económicos -deficit presupuestario corregido y sector financiero sólido- con los que se encuentran en la situación «inversa» y ha llamado a «actuar conjuntamente» para romper la brecha que existe entre ambos.
Pese a que el Parlamento Europeo debatirá este miércoles sobre la situación en Chipre, Draghi no ha querido dejar pasar la oportunidad y ha hecho referencia «a las lecciones aprendidas» tras la crisis y ha instado a la necesidad urgente de adoptar medidas formales para la supervisión única de la eurozona, tras el acuerdo político al que llegó el Ecofin.
