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COMO COMBATIR EL DESEMPLEO…

OPINIÓN
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No es que para mí esto sea el evangelio, pero no
hace mucho leí en la prensa nacional unos comentarios que había realizado el Sr. Arcadi OLIVERES profesor de Economía
Aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona y presidente de la ONG “Justícia
i Pau”, en el que defendía y promovía los derechos humanos y la paz; y
comentaba entre otras cosas como se podría combatir un desempleo tan alto en
España con un 27% y casi seis millones y medio de parados y entre otras cosas
vino a decir, por eso yo quiero resaltarlo:

 

Que podríamos aprender de lo
que se hizo en Francia hace diez años, que no era otra cosa que ir reduciendo
la jornada laboral y repartiendo el trabajo entre todos. Comentaba que hace 10 años en Francia, el primer ministro Lionel
JOSPIN (socialista por más señas) redujo la jornada laboral de 8 a 7 horas
diarias y no pasó nada. El horario
semanal pasó de 40 a 35 horas. Con
esta medida se ahorraron cinco horas por trabajador y día, y éstas se
destinaron a los parados.

 

Y aunque parezca una tontería
y no es mentira, en sólo dos meses en Francia el paro prácticamente se redujo a
cero. ¿Tal difícil es intentarlo,
cuando además de todo ello, nuestro Gobierno, está dando palos de ciego con la
dichosa reducción del déficit y no sabe por dónde salir?.

 

Incluso el gobierno en Francia,
puso en marcha otra medida para evitar que los trabajadores pagaran los platos
rotos con una reducción de su sueldo.
Si antes el trabajador hacía 40 horas semanales y las cobraba todas, lo que
hizo el gobierno francés fue pagar a los trabajadores las cinco horas restantes
como parado. ¿Y cómo podía el
gobierno francés pagar estas cinco horas a los trabajadores?. Pues porque ya no tenía que pagar el
seguro de los parados, que se habían incorporado al mercado laboral.

 

Y yo me pregunto: ¿Si tan fácil es la cosa, por qué no
se hace eso en España?. Sería viable,
porque tampoco hay que ir a estudiar a Salamanca.

 

OLIVERES comentó que él creía
que sí, pero que no se hace porque las tres partes sociales no se ponen de
acuerdo;  y es que cuando se quiere
establecer una legislación laboral normalmente deben pactarla el Estado, las Empresas
y los Sindicatos. Las empresas no se
inclinan nunca por tener más trabajadores.
Más bien quieren tener menos. Un
empresario siempre preferirá tener 8 trabajadores que hagan 10 horas, que 10
trabajadores a 8 horas.

 

Los sindicatos, desgraciadamente,
tampoco están de acuerdo, porque nos guste o no, defienden los intereses de los
trabajadores, de los que trabajan, pero de los que están en paro no. Éstos ni cotizan ni van a las
asambleas, ni nada. Y si los
trabajadores no insisten en aplicar esta medida, el gobierno no lo planteará
para no buscarse problemas.

 

Como consecuencia de ello
ahora en Francia, ni se trabaja 40 horas, ni 35. Por término medio, se hacen 37,5 horas semanales, en las que se
producen dos grandes variaciones. En
las empresas se trabaja 39 horas, y todo el funcionariado, que en Francia es
muy fuerte, hacen 35.

 

Con estos cambios se ha
conseguido que el desempleo en Francia esté mucho más bajo que aquí, pues está
en torno al 10%. Lo que no significa
que no haya crisis, porque la hay en toda Europa y Francia no iba a ser menos. Seguramente el crear el euro fue un
error colosal en aquellos momentos, pues la Europa no estaba suficientemente
madura para ello.

 

Lo que sí recuerdo yo, es que
cuando Jacques DELORS era Presidente de la Comisión Europea, ya nos advirtió
que si queríamos sacar adelante a la Unión Europea, lo más importante era conseguir
una política social unitaria y dejar el euro para más tarde, pero hubo algunos
listillos que se opusieron y concretamente los británicos fueron los primeros,
que tenían la herencia de la “Dama de Hierro” la Sra. Margaret THATCHER. Es decir, que no
se creó una unión social y por decirlo de una manera más entendible, se empezó
la casa por el tejado y ahora ya no nos queda más que dividir a Europa con dos
velocidades.

 

Ahora ya es muy difícil que desaparezca
el euro, porque ya está demasiado bendecido por la mayoría, pero seguramente
sería bueno tener un euro para los países más fuertes como Alemania, Francia,
Bélgica, Holanda, Noruega, Austria, Finlandia…, y otro para los menos listos.


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