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El Atlético da la bienvenida a su décima Copa del Rey

DEPORTES
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El Real Madrid soñaba con la décima Copa de Europa o la Liga de Campeones. Y fracasó. El Atlético de Madrid, más modesto, aspiraba a su décima Copa del Rey. Y lo logró. Un gol de Miranda en la prórroga dio el título a los rojiblancos, comandados por un Simeone que ha triunfado.

[Img #27235]Para los sufridores hinchas del
Atlético quizás valió la pena esperar casi tres lustros para tomarse la mejor
venganza: ganar cuando un título estaba en juego. Aunque es justo y necesario
admitir que el partido fue muy igualado y lo decidieron los detalles: el Madrid
disparó tres veces al palo y Courtois hizo dos grandes paradones, mientras que
el Atlético prácticamente no tiró a puerta más que en los goles. Todo habría
sido redondo para el fútbol menos las escarazmuzas finales, que costaron la
expulsión a Ronaldo -antes fue turno para Mourinho-, por una patada sin balón a
Gabi, y al propio Gabi minutos después, aunque el partido fue limpio. 

En definitiva, que el conjunto dirigido por el ‘Cholo’ Simeone remontó el tanto
inicial de Cristiano Ronaldo (min.14), con un gol obra de Diego Costa, también
en la primera mitad (min.35). El Real Madrid estrelló tres balones en los palos
pero fue finalmente el Atlético, en la prórroga y a través del brasileño
Miranda (min.98), el que marcó el tanto definitivo.

De modo que justo veintiún años después en el mismo escenario, blancos y
rojiblancos volvieron a verse las caras en una final copera, un partido que
recordó a los tiempos en los que ambos planteles luchaban para convertirse en
el primer equipo de la ciudad. Con cuatro títulos europeos en dos años, el
conjunto de la Ribera del Manzanares había logrado levantar más trofeos que su
eterno enemigo, campeón de Liga, Copa y Supercopa de España en el mismo espacio
de tiempo.

Sin embargo, la espinita de ganar al Madrid llevaba clavada en el corazón del
hincha atlética demasiado tiempo. Esta noche en Chamartín se saldaron cuentas
pendientes y, después de catorce años tropezando con la misma piedra, el
Atlético levantó su décima Copa del Rey perforando el estadio de su eterno
rival. El Madrid desperdició tres lanzamientos a la madera y consintió que los
rojiblancos pasaran por encima durante gran parte del partido, apagando la
ilusión madridista y consintiendo que los blancos se fueran de vacío esta
temporada. 

PRESIÓN ROJIBLANCA
   
Confirmado el once de Simeone en la previa, solo quedaba averiguar qué dibujo
diseñaría Mourinho para intentar quizá ‘despedirse’ de la afición blanca con
otro trofeo bajo el brazo. Al final, se despejó la incógnita y fue Albiol quien
acompañó a Ramos en el centro de la zaga, con Pepe castigado de nuevo en la
grada, Di María en el banquillo y Benzema en la punta de ataque.
   
Situados los veintidós jugadores sobre el campo y empujados por ambas
aficiones, Madrid y Atlético salieron al césped a morder, aunque los
rojiblancos quisieron demostrar que, en cuanto a presión, muy pocos les han
ganado esta temporada. Sin embargo, el atlético vio aparecer los fantasmas del
pasado cuando, a los catorce minutos, Cristiano Ronaldo aprovechaba un saque de
esquina para ganarle la partida a un despistado Godín y cabecear a la red lo
que supuso una prematura alegría para unos y un jarro de agua fría para otros,
que comprobaron cómo se les escurría la Copa demasiado pronto (1-0).
   
Con una parte de los deberes hechos, el Madrid le cedió la posesión al
Atlético, dueño y señor del balón pero muy impaciente a la hora de colocar la
bola en los dominios de Diego López. Durante varios minutos, los de Simeone
llegaban una y otra vez al área rival pero, entre las interrupciones del
partido y el atasco en los últimos metros, el encuentro transcurría sin muchas
novedades.
   
Hasta que la monotonía del partido y el fútbol poco vistoso que ofrecían ambos
conjuntos lo rompía Diego Costa a falta de diez minutos para la conclusión del
primer asalto. Con Albiol fuera de su sitio, Falcao lograba romper para asistir
al brasileño que, con un genial zurdazo cruzado, empataba la contienda para
devolver la esperanza a la afición atlética (1-1).
   
Los de Mourinho, ausentes desde que Ronaldo estrenara el marcador a los pocos
minutos, volvieron al encuentro en los últimos instantes, y un espectacular
disparo de Özil a la madera se convirtió en la ocasión más clara de los
‘merengues’, que reaccionaron a tiempo tras el tanto del Atlético.

LOS POSTES REVISTEN DE ROJIBLANCO

El encuentro no cambió de color tras la reanudación y, sobre el césped del
Bernabéu, continuó viéndose un partido con escaso fútbol y demasiados parones,
creciendo la confrontación entre los jugadores a medida que transcurrían los
minutos. Solo algún despiste a balón parado ponía en aprietos a ambos equipos,
incapaces de trenzar alguna jugada de peligro. 

Pero una clara ocasión del Atlético iba a animar el duelo en la última media
hora. Después de que Filipe Luis estuviera a punto de sorprender a Diego López,
el Madrid dejó escapar una doble ocasión de oro para volver a ponerse por
delante. Primero Benzema estrellaba el balón en la madera y Özil, que tomaba el
testigo del francés, vio cómo Juanfran sacaba bajo palos un gol cantado. 

Poco después, la desesperación de los blancos creció cuando Cristiano Ronaldo,
concentrado desde la frontal del área para sorprender de falta directa, mandó
el tercer balón del partido al palo. A raíz de ahí, el Atlético logró calmar el
encuentro para más tarde lanzarse a por el gol de la victoria, aprovechando la
ansiedad de unos jugadores blancos ‘huérfanos’ con la expulsión de
Mourinho. 

Tras un arreón final del Atlético que provocó el suspense entre el público
madridista, el campeón de Copa se decidiría en el tiempo de prórroga. Diego
Costa tuvo la final en sus botas pero erró en el mano a mano con Diego López y,
poco después, Essien se la robó al brasileño para impedir el remate. 

Pero el que no falló fue Miranda, que provocó un auténtico estallido en el
Bernabéu al cabecear a gol el tanto de la victoria. El Atlético, sin cambios en
la primera parte de la prórroga, mejoró en todas sus facetas y eso se notó en
el guardameta Courtois, que salvó lo insalvable tras un disparo de Higuaín.
Estaba claro que hoy no era el día del Madrid y sí el del joven portero belga,
que volvió a vestirse de héroe para sacar milagrosamente un lanzamiento de
Özil. 

El ambiente deportivo del encuentro quedó empañado con lo ocurrido en los
últimos minutos. Un rifirrafe entre Gabi y Cristiano desencadenó en la
expulsión del portugués, una tangana en el banquillo colchonero entre varios
jugadores y parte del cuerpo técnico y un lanzamiento de un objetivo que fue a
parar directamente a la cabeza de Thibaut. Pero lo que no cambió fue el
resultado que, tras el pitido final, convirtió al Atlético en el nuevo rey de
España.

Vía Diario Crítico


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