Digital Extremadura

VIVIR DE LOS POBRES

OPINIÓN
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La
noticia que aparecía en la mayoría de las publicaciones nacionales sobre  el desvío de 
entregas al Banco de alimentos, a la cocina de un restaurante de la  socia de una supuesta ONG, es un pequeño
ejemplo del abuso que se hace de las desgracias ajenas, para producir el enriquecimiento
de algunos o  al menos un modus vivendi,
a costa de la buena fe y el espíritu solidario de muchas personas.  Despertar la compasión ajena para que meta la
mano en el bolsillo y le de unas monedas, es algo  que me ha vuelto a llamar la atención este
último fin de semana que he estado en Sevilla. Sea porque hayan bajado las
prestaciones por incapacidad o por  la
mentalidad de alguno/as que se educan, desde que nacen, en la filosofía del
“que me den”,  he vuelto a ver por las
calles a tullidos mostrando sus lacras físicas, recordándome épocas de la
picaresca más clásica del siglo de oro, tal como nos la describen nuestros
mejores escritores de aquel momento. 
Pero esos no son los peores, ni tan siquiera  aquellos que vemos algunas veces descargando  mujeres de una furgoneta, en los aparcamientos
de zonas muy concurridas ( ya no las ponen con niños a los que frecuentemente
daban algún hipnótico para que parecieran dormidos, porque pueden ser
denunciados por maltrato infantil) y luego las recogen al anochecer. Estos simplemente
sobreviven de la caridad pública. Los peores, son los estafadores a  gran escala que van de ejecutivos y
empresarios.   Leía en el Global, un periódico dedicado al
mundo del Medicamento la siguiente noticia; “El descenso en las expiraciones
de patentes muestra el agotamiento de los genéricos”
Y mostraba su
preocupación porque había un descenso paulatino de nuevas patentes. Es evidente,
 que a quienes desconocen el mundo
farmacéutico, esto no les dice nada. Pero estamos aplicando la versión moderna
del cuento de la cigarra y la hormiga. En el cual la cigarra no pegaba golpe,
pero estaba esperando que la hormiga se afanara para poder utilizar después lo
que ella había acumulado trabajando, mientras ella cantaba  (algo que se puede aplicar a múltiples
soluciones políticas, populistas, que algunos proponen).  Son muchos los que captados, y utilizados, en
su buena fe, apoyan las campañas contra las multinacionales farmacéuticas a las
que acusan de extraños  manejos y
enriquecimiento con una de las cosas  más
preciadas  por el humano, la salud. A
todos les parece bien, a mi también,  que
un autor cobre toda la vida los derechos por un libro, o una cancioncilla que
hizo en su día, pero abominan,  de que
quien se ha gastado cientos de millones de euros en la investigación de un
producto que salvará vidas, pueda mantener su patente mas allá de diez o doce
años, después de registrado y 
promocionado. Pero sólo hace falta esperar,  para que cualquier laboratorio con unos
niveles de   control de calidad, sólo
suficientes para cubrir el expediente, pueda hacerse con él, sin haber
arriesgado absolutamente nada. La noticia reciente de un gran laboratorio
catalán, que vuelve a despedir a más de dos centenares de personas, me ha
traído, a la mente,  la trampa de los
laboratorios de la India que se han hecho con la distribución de genéricos en
España, porque sus precios son menores. Resumo un artículo para que se vea cómo
han cambiado las cosas: “
El año 1970 el gobierno Indio decidió empezar a fabricar medicamentos
patentados, alegando causas humanitarias y de soberanía, argumentando que los
precios tan caros de los nuevos medicamentos impedían el tratamiento de muchos
pacientes indios y de otros países…más o menos, todos consideramos aceptable
ese razonamiento. (Aunque también se contra-argumenta diciendo que la ley de
patentes nos protege como pacientes, ya que sin el beneficio que obtienen de
sus 10 años de monopolio los laboratorios dejarían de considerar la
investigación de fármacos nuevos un
negocio
rentable
y dejarían de investigar)…Con el tiempo
y tras algunos pleitos, India se moderó y aceptó el sistema de patentes
internacionales para los medicamentos innovadores. Pero su industria del
medicamento, principal productora de genéricos del mundo, pasó de ayudar al
tercer mundo a invadir el mercado europeo, con intereses puramente
crematísticos. Los laboratorios de genéricos venden medicamentos baratos
aprovechando que no tienen que gastar en investigar ni en probar ni en
promocionar esos fármacos, cuya licencia ha caducado. Pero los laboratorios
indios juegan con una ventaja: el bajo precio de la mano de obra
. Las
condiciones laborales y los salarios que cobran allí los trabajadores difieren
mucho de los que se permiten aquí: suponen una competencia desleal e injusta
con respecto a las fábricas de medicamentos instaladas en España o en la Unión
Europea. Además es conocido que India es el país del mundo con más niños
trabajando.

 

La legislación
española de medicamentos genéricos especifica que las empresas que los vendan
tienen que ser Europeas. Pero con el sistema de las multinacionales, las
grandes compañas indias compran laboratorios españoles y a través de ellos
introducen en nuestro país los genéricos que fabrican allí. Si indagamos un
poco en la lista de los Laboratorios que forman la Asociación Española de
Medicamentos Genéricos  nos encontramos
que…)´”
Y aquí viene una
larga lista de laboratorios tradicionalmente españoles como Cantabria, que
incluso desconocíamos,  los que nos hemos
movido en este mundo, que habían sido adquiridos por laboratorios de la India.
La conclusión sobre gravar los productos fabricados en el tercer mundo, para
proteger a nuestra economía general, (siempre hay algún español que se hace
rico con estas cosas  y aparece cuando
ocurre alguna desgracia, como el del catalán que tenía talleres en el edificio
que se derrumbó en Bangladesh), no es sólo económica, es también humanitaria.
No es justo que pretendamos salvaguardar nuestra salud, (aunque esto también es
cuestionable por los controles de calidad de estas empresas)  con las penalidades de otros.


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