El Museo de Cáceres expone durante el mes de junio como “Pieza del Mes” un Libro Coral para la Liturgia de las Horas, un Breviario o Libro de Oficio Divino para la Liturgia de las Horas perteneció a la iglesia de El Salvador de Plasencia, siendo posteriormente adquirido por D. Pedro Pérez Enciso, y a éste por la Diputación Provincial de Cáceres, que lo depositó en el Museo de Cáceres en 1974.
un total de 86 folios en pergamino, a excepción de uno de ellos en papel,
correspondiente a una restauración antigua, y es de pequeño tamaño si se
compara con los grandes cantorales que se conservan en catedrales y
monasterios.
Los
caracteres, en tinta roja y negra son grandes para facilitar su lectura desde
los escaños del coro una vez colocado el libro en el facistol central; entre
sus contenidos destacan la Antífona para el Oficio de los Muertos, las
Antífonas de Prima, Tercia, Laudes y Vísperas, así como las antífonas dedicadas
a Nuestra Señora (Magnificat) y a los Santos Ángeles Custodios.
El
libro se encontraba en muy mal estado de conservación, afectado por la humedad,
el desgaste de sus páginas por siglos de uso e incluso el ataque de insectos, y
por ello la asociación «Adaegina» Amigos del Museo de Cáceres decidió
patrocinar un tratamiento de conservación y restauración que asegurara la
continuidad física de la pieza y le devolviera a un estado aceptable para su
eventual exposición.
El
tratamiento se encargó a la conservadora-restauradora de libros y documentos
Dña. Teresa González Suárez, que lo llevó a cabo en el excelente laboratorio
del Archivo Histórico Provincial de Cáceres, gracias a la colaboración de su
Directora.
Dicha
intervención fue realizada bajo el absoluto respeto hacia la voluntad del autor
y a la intencionalidad y materialidad de su creación; supuso la restitución de las cualidades físicas y
funcionales mermadas o perdidas, gracias a la recuperación de los propios
elementos afectados o, cuando fue imprescindible, se llevó a cabo su reposición
sin ningún intento de hacerlos pasar como pertenecientes a la originalidad de
la obra.
Se
realizaron análisis físicos, químicos y biológicos, que ayudaron a determinar
la naturaleza de las tintas utilizadas, de tipo ferrogálico, así como la madera
de las cubiertas, de pino, y su antigüedad, segunda mitad del siglo XVII.
La
encuadernación fue desmontada, comprobándose que no es la original del libro,
se realizó una limpieza mecánica e hidroalcohólica, se estabilizó
higroscópicamente el pergamino mediante vapor frío de agua, y tras el secado y
alisado de las hojas, se repararon las lagunas, cortes y desgarros del soporte,
restituyéndose después la encuadernación y dejando el libro en una caja de
conservación especialmente preparada.
Además,
todo el tratamiento se documentó fotográficamente, identificándose también 1671
como la probable fecha de elaboración del libro, ya que aparece anotada en una
de las páginas.
Además
de Teresa Suárez, intervinieron en el proceso Miguel A. Ojeda, Restaurador de la Junta de Extremadura, María José Nuevo,
Alejandro Martín y Daniel Patón, de la Universidad de Extremadura.