La XXXII edición de la Feria del Libro ha cumplido con sus objetivos de apoyar a las letras extremeñas y dar a conocer las novedades de sector, según el balance que ha hecho el delegado de Cultura, Ángel Pelayo Gordillo.
Mérida ha sido durante estos días un escaparate para las letras
extremeñas, para el encuentro con autores, para conocer las novedades del
sector y para que los libreros se acerquen a sus clientes de una forma
diferente.
A falta de conocer aún los datos de ventas, los libreros parecían
estar satisfechos con los resultados, que han sido muy parecidos a los de años
anteriores, ha dicho
Gordillo, quien ha considerado que ha funcionado
bastante bien la nueva distribución de las casetas, dispuestas en la plaza central del parque López
de Ayala.
En general, el delegado ha
indicado que ha sido una
buena Feria del Libro, teniendo en cuenta que se ha tenido que
ajustar mucho el presupuesto.
De cara al año
que viene, el Ejecutivo local ha
anunciado novedades, y ayer mismo en la clausura, el alcalde Pedro Acedo
sugirió lo que hoy ha reafirmado el delegado de cultura, que en la próxima
edición la clausura
podría ser el sábado.