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Mariola del Pozo: Para realizar una sesión de cuentos, lo imprescindible es que se cuente con profesionales del sector

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Sherezade salvó su vida y la vida de muchas otras mujeres, gracias a su capacidad para contar cuentos. Me gusta recordar esta proeza pues la gente suele pensar que contar cuentos es fácil, que lo puede hacer cualquier, que no requiere ninguna habilidad.

[Img #28039]Nunca he entendido por que esta mala fama de los
cuentos, este desprestigio tanto de las historias, como de las personas que los
cuentan y los escuchan… se dice “eso es de niños” que debería ser un elogio y
tal como lo dicen parece un insulto. Sin embargo en muchos lugares del mundo
hay personas que se dedican a esto de forma profesional y dicen que acá en
España hay unas doscientas personas en todo el territorio que viven de contar
cuentos.


En Extremadura personas que vivan de contar y de
enseñar a contar, a lo sumo debe haber tres, o cuatro, o cinco…
¿me equivoco?

 

No, no te equivocas. Profesionales de los
cuentos, es decir, cuentacuentos especializados en la narración oral, que han
trabajado mediante cursos, talleres, o de otros maestros esa disciplina
concreta y trabajan con ella, solo hay tres o cuatro. Curiosamente, creo que no
me equivoco si digo que soy yo la única cuentacuentos extremeña en Extremadura.
Ya que está Patxidifuso que vive en Cáceres y es logroñés, Cris Purrusalda, que
está en la Codosera y es de Madrid, Y Carmen Ibarlucea, (a la que tú conoces
bien, je,je), de la que no hace falta contarte que es chilena, y vive también
en la Codosera.

Cierto es que en Extremadura hay animadores,
incluso algún actor que otro, que cuentan cuentos. A mi juicio, es un
intrusismo en el mundo narrativo, a la vez que un desconocimiento de las
técnicas y recursos narrativos. El cuento, tiene su propia disciplina. Prueba
es que en el mundo de los cuentistas profesionales, gente como Campanari, o
Carballeira, que además de actores son cuentacuentos, saben separar muy bien
una cosa de la otra.

 

¿Qué lleva a alguien a arriesgarse a elegir esta
profesión?


Me imagino que cada caso tendrá su propia
historia. Vamos, su propio cuento. El mío en concreto  fue el descubrir que podía tener una forma de
vida en el hecho de hacer vivir las historias que me gustaba, no solo contar,
si no inventar, en los oídos de otras personas.

 

Haz un poco de memoria y cuéntanos cuando nació
en ti este amor a narrar

 

Para eso habría que preguntar a mi alrededor, más
que preguntarme a mi. Vengo de una familia muy numerosa, nueve hermanos , y yo
la pequeña. Te puedes imaginar lo que es crecer en medio de un mar de gente
siendo la última de todos. Sientes que tu voz no llega. Mi recurso fueron las
historias. Contaba historias para sentirme escuchada, para que se notara que
estaba ahí.

 

Ahora que la narración oral ha salido del
anonimato del hogar, ¿qué consideras imprescindible para realizar una sesión de
cuentos?


Mira. La narración es algo, más que
infravalorado, desconocido. Ten en cuenta que en nuestro país es prácticamente
un recién nacido. Llegó de la mano de los sudamericanos hace relativamente poco
tiempo, y a través de la escuela de Garzón se fue extendiendo por España.

Surgió un grupo de profesionales, y a través de
ese grupo, la gente se lanzó a contar cuentos desconociendo la profesión.

Por eso pienso que para realizar una sesión de
cuentos, lo imprescindible es que se cuente con profesionales del sector.  Que los distintos organismos tengan en cuenta
que si quieren una sesión de cuentos, hay que llamar a un cuentacuentos o
narrador, y no acudir a personas, que trabajan la escena  pero no el cuento, o a animadores, ya que
sale más barato pagar una animación que una sesión de cuentos. Eso es el gran
error. ¿Llamarías tú a un fontanero para que arregle el cableado eléctrico de
tu casa?, o como te sentirías si acudes a un concierto de violin y te das
cuenta de que el concertista está tocando la flauta dulce?


Quienes son las entidades o personas que más
reclaman poder escuchar cuentos.


En principio los organismos oficiales. Aunque
también son los más despistados a la hora de saber lo que reclaman. Saben que a
veces en los presupuestos entran sesiones de animación a la lectura, pero no
tienen ni idea de en que consisten esas animaciones. Sobre todo, confunde el
nombre “animación”, ya que creen que sirve con el primero que pase y se
autodenomine cuentacuentos, sin serlo. No , esto es algo muy serio. El escritor
es un narrador que escribe, el animador hace animaciones y el actor hace
teatro, que no tiene nada que ver con el mundo del cuento. Y…zapatero  ,a tus zapatos


Recapitulemos un poco, ¿crees que después de
veinte años es está una profesión con futuro?


Creo en esta profesión. Incluso más que gustarme,
creo en ella. No me planteo el futuro de mi trabajo, igual que no me planteo mi
futuro personal partiendo de la base que la vida no es un papel cuadriculado.
De hoy a mañana, pueden cambiar muchas cosas. Pero cuidado, el hecho de que no
que no me lo plantee ,no significa que no lo trabaje.

 

Existen muchos estilos de narrar, pero a mi me
gustaría saber como te describes a ti misma


Buffff,  y
a mi también me gustaría saberlo. No me gusta definirme, ni describirme a mi
misma, prefiero que el que me escuche se vaya con la impresión de que pasó un
buen rato.

 

[Img #28040]¿Has tenido algún maestro o maestra que guiara
tus primeros pasos?


¡Toda una larga sucesión de maestros¡. Este
profesión no tiene educación académica, por lo tanto te lo tienes que currar tu
solito para aprender a contar. Yo siempre he dicho, que a contar no se aprende,
que es algo innato. Pero para hacer de esto tu profesión tienes que saber
trasladar la narración a la escena, y es en este terreno donde se necesita el
aprendizaje y las técnicas.

Te podría citar toda una serie de maestros de los
que aprendí, y de ellos, por supuesto la primera de toda esa fila de maestros
es mi madre. De ella aprendí lo primordial: el amor por los cuentos.

En mi curriculum,siempre pongo que soy alumna de
Campanari, ya que es con él con quien realizo los distintos cursos y talleres
que suplen el vacío académico que tenemos. Pero no puedo olvidar que empecé a
contar cuentos con Patxidifuso, que se arriesgo a que una “pardilla” que quería
meterse en esta profesión se metiera de rondón en sus sesiones.

A  lo largo
de mi vida profesional, me encontré con muchos narradores de los que he
aprendido. Y sé que va a quedar fatal que cite aquí a Carmen Ibarlucea, pero no
puede ser de otra manera , porque es cierto que trabajando con ella, he
aprendido mucho, y si no la cito, estoy cometiendo una gran injusticia.

 

Y de todas las historias que conoces, ¿podrías
nombrar una o dos que sean tus favoritas?


Las historias tienen su momento. Según el que
estés viviendo necesitas contar una , u otra historia. Ahora me siento muy
cómoda contando a Andersen. Me siento bien, reflejando la realidad de sus
historias.

Pero es cierto que las  que componen “los
cuentos de la arena” son muy especiales para mi. Están basadas en un pueblo que
como cuentacuentos me aportó mucho. En el Sahara crecí mucho como narradora.
¡Imagina todo lo que se cuenta allí¡. Una de mis máximas favoritas es que el
cuento es la voz que llega a los lugares donde tu voz, desnuda de esos cuentos,
no llegaría nunca

 

 


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