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GRANADILLA, la Granada pequeña, por Matías Simón

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La defensa de lo bello, la unión con la historia, la solidaridad con el que aprende, los olores de la vida, el origen analógico, la huida digital, las conexión de sentimientos ; valores y más valores : quién duerme en Granadilla , no olvida ; regresa cada noche, en cada sueño. La Coordinadora , no puede, se gira a la cámara, llora.

 [Img #28521]  Quién duerme en Granadilla no olvida;
regresa cada noche, en cada sueño.

 

El lunes,  frente
al televisor, en El Lince con Botas, del Canal Extremadura TV. Con emociones
contenidas, el pequeño grupo de trabajadores que custodian el viejo  recinto amurallado nos iban desgranando todo
lo que pasa,  lo que hacen y todo lo que
sienten en este entorno bello, natural, acuoso, pétreo y humano, tan
tremendamente humano. El mensaje que nos mandan no deja indiferente a nadie :
Granadilla se puede quedar sin voz por segunda vez . La primera , en aquellos
lejanos años 60, cuando sus gentes, humildes, abandonaron sus casas ; todavía
resuenan aquellas palabras, tan crueles, 
“ que se lo lleven todo, que no quede ni una silla “ en los oídos de
Enrique Jiménez Carrero, el pintor-escultor, nacido en Granadilla, cuando de
niño escuchaba al funcionario de turno, vocearlas por sus enlutadas calles.
Ahora, por segunda vez,  pretenden
eliminar un programa que ha sobrevivido a todas las reformas educativas de la
democracia, que ya es decir. Un programa educativo modelo, grandioso y  sencillo ; una forma única de integrar a
nuestros jóvenes, a nuestros estudiantes,  en el medio natural , haciendo mucho más
llevadero esa interdisciplinaridad entre asignaturas, profesores y compañeros. La
defensa de lo bello, la unión con la historia, la solidaridad con el que
aprende, los olores de la vida, el origen analógico, la huida digital, las
conexión de sentimientos ; valores y más valores : quién duerme en Granadilla ,
no olvida ;  regresa cada noche, en cada
sueño. La Coordinadora , no puede, se gira a la cámara, llora. El monitor del
campo, se agarra a los campanillos, de las ovejas, enmudece. La chica de los
huertos, de las longueras, es toda poesía, dulce, corazón grande. El monitor de
voz bella y ronca, seduce, sabe lo que habla, no titubea, transmite. La chica
de los telares, elegante, se emociona, tropieza. Su compañera nos hace viajar a
través de la historia , mostrándonos esas casas, esas maderas. El monitor de
pelo largo, de bellas patillas, detiene el tiempo, tiene el campo metido en los
ojos, se aleja , poco a poco, de la cámara, pone su brazo en el hombro a un
profesor, de esos, de los de antes, que nos habla de lo que allí sienten y hacen
los alumnos. Con que dignidad, elegancia y profesionalidad  se han presentado a la sociedad para intentar
defender un modo de trabajo que hará  que
todos los jóvenes que por allí pasan se integren en una sociedad amable y
solidaria. Ha sido un aviso, los políticos han reconsiderado, han preguntado,
allí se hace mucho, con poco dinero, 
parece que hay futuro. Trabajadores de Granadilla, la Granada pequeña,  herederos de Boabdil, cultos y unidos,  abrid vuestros libros y contadnos de vez en
cuando vuestras cosas ;  sois los mejores
embajadores de esta tierra parda extremeña. Gracias

 

                                                                                  Matias
Simón Villares

                                                                                  Cantautor
y poeta.


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