El diario ‘El Mundo’ desvela este 14 de julio de 2013 que el presidente del Gobierno y Luis Bárcenas mantuvieron «un contacto directo y permanente», como mínimo, de mayo del 2011 a marzo del 2013.lo hicieron mediante mensajes de texto, breves en el caso de Rajoy y extensos en el de Bárcenas, que una y otra vez pide al líder del PP que le eche una mano.
No hay, en las palabras escritas de Rajoy nada tremendo, pero su mera existencia deja al presidente del Gobierno en muy mal lugar.
El diario de Pedrojota Ramírez, en una pieza que arranca en portada y lleva como titular«Bárcenas guardaba silencio por el apoyo que le daba Rajoy», afirma que el jefe del Ejecutivo tuvo contactos directos con el extesorero tras aparecer dinero en Suiza y que, además, le pidió que negara la contabilidad B y los sobresueldos del Partido Popular.
«Tranquilidad, es lo único que no se puede perder. Un abrazo», le escribe Rajoy a Bárcenas en 2012 en un SMS, al que añade en otro inmediatamente posterior: «Luis, nada es fácil, pero hacemos lo que podemos. Ánimo».
Bárcenas pide por SMS a Rajoy que desactive lo que califica de filtración a la prensa de la secretaria general del PP, María Dolores del Cospedal y añade:
«Conmigo puedes contar siempre y sabes que te estoy agradecido porel apoyo que personalmente siempre me has dado.Un abrazo fuerte. Luis».
Rajoy le responde: «Luis, lo entiendo. Sé fuerte. Mañana te llamaré. Un abrazo».
El presidente del Gobierno, tras publicarse el escándalo de los sobresueldos y 48 horas despues de darse a conocer las cuentas suizas, mandó un mensaje a Bárcenas que leído ahora produce sonrojo, viniendo como viene de semejante autoridad y yendo como va a un tipo que lleva cuatro años imputado por las mangancias de la Gürtell y ha demostrado una catadura moral bastante baja:
«Luis, nada es fácil, pero hacemos lo que podemos. Ánimo».
Rajoy no sólo instó a Bárcenas a «resistir«. También hay algún mensaje a su mujer Rosalía, aunque se trata de simples muestras de apoyo y cortesía.
Al margen de la gravedad que pueda tener todo el embrollo, lo que revelan los SMS es un Rajoy bastante ‘pardillo‘, porque la prudencia exigía no tener contacto alguno ni con ‘Luis el Cabrón’ ni con su esposa, por muy estrecha y asidua que hubiera sido la relación en el pasado.
Sobre todo a partir del 16 de enero de 2013, cuando se confirmó que el extesorero ocultaba millones en Suiza.
Ha sido el propio Bárcenas quien dió orden el pasado viernes de que se entregasen esos SMS a Pedrojota y lo hizo en venganza, tras escuchar las palabras del portavoz del PP en el Congreso, Alfonso Alonso, que le definió como «delincuente que ha hecho de la mentira su estilo de vida».
Según la nota que firman al alimón Eduardo Inda y Esteban Urreiztieta, los mensajes publicados son solo una parte de los que acumula Bárcenas y que Pedrojota, convertido ahora en mentor, consejero aúlico y consolador del extesorero del PP, orá soltando con cuentagotas.
Los SMS que el extesorero ha querido hacer públicos muestran que el presidente del Gobierno le estuvo apoyando mucho tiempo, incluso después de que la justicia de Suiza certificara que había mantenido cuentas con 22 millones de euros -que resultaron ser 49- y que ‘El País’ publicara los papeles de Bárcenas sobre los sobresueldos del PP, el pasado 31 de enero.
«Rosa, gracias. Eres un encanto. Yo estaré ahí siempre. Al final la vida es resistir y que alguien te ayude, tampoco hacen falta muchos. Un beso y otra vez gracias», le escribe mucho antes Rajoy a Rosalía Iglesias, esposa de Bárcenas, a las cuatro de la mañana del 23 de mayo de 2011, tras la celebración de las elecciones autonómicas.
El 1 de septiembre, el presidente vuelve a escribirle:
«Muchas felicidades Rosa. Esperamos todo se confirme. Un abrazo y a Luis otro».
Ese día se había conocido la decisión del juez instructor del caso Gürtel en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, Antonio Pedreira, de archivar provisionalmente la causa contra Bárcenas al estimar que no existían pruebas de los delitos de fraude fiscal y blanqueo por los que estaba imputado.
El 23 de febrero de 2012, tres meses después de que Rajoy ganara la presidencia del Gobierno, le envía el siguiente mensaje a Bárcenas:
«No es cierto, Luis. Para qué va a hacer daño. Yo hablé con ella… Esto no es fácil. No hay que equivocarse. Tranquilidad… Es lo único que no se puede perder. Un abrazo».
Y tres días más tarde, este: «Luis, nada es fácil, pero hacemos lo que podemos. Ánimo».
«Ella«, según todos los indicios, es la número dos del PP, Dolores de Cospedal, a quien Bárcenas acusa de casi todos sus males.
Los SMS revelan, además, una reunión entre ambos en abril de 2012:
«Mañana no puedo. Viernes a las 17», le escribe Rajoy a Bárcenas.
El pasado 18 de enero, Bárcenas se niega a desmentir los sobresueldos del PP, una filtración que atribuye a Cospedal. Pese a todo, le recuerda a Rajoy: «Sabes que te estoy agradecido por el apoyo que personalmente siempre me has dado». Rajoy le contesta:
«Luis, lo entiendo. Sé fuerte. Mañana te llamaré».
Los siguientes SMS -y de forma evidente el 5 de marzo de 2013- hablan de cómo Bárcenas se impacienta ante el supuesto maltrato del PP.
«Mariano, necesito hablar con Javier [Arenas]. Como le dije a Juan José [Matarí], os estáis equivocando. Los papeles supuestamente de Álvaro y míos están judicializados penalmente en Plaza de Castilla y ahora pendientes de la decisión de Ruz. Yo sí tengo las ideas claras».
LA ROTURA DEFINITIVA
El contacto más reciente por parte de Rajoy es del 6 de marzo, cuando llama por teléfono a Bárcenas, pero éste tenía en ese momento el móvil apagado.
El extesorero ve la llamada perdida y telefonea al presidente, pero éste no responde, por lo que le envía otro SMS:
“Tenía el móvil apagado, te he contestado pero no he podido hablar contigo”.
Ocho días despúes, y ante la falta de respuesta, llega la ruptura definitiva.
El 14 de marzo Bárcenas envía un mensaje demoledor, en el que señala a Rajoy como el que le autorizó a disponer de un despacho y secretaria pese a su vinculación con el ‘caso Gürtel’:
«Tú sabrás a qué estáis jugando, pero quedo liberado de todo compromiso contigo y el partido».
Era entonces el fin de una aparente alianza. Ese mismo día, Bárcenas inició contactos con periodistas para dar a conocer su contabilidad del PP. Se acabaron los mensajes de ánimo y solidaridad.
Ahora, la lucha se traslada a los juzgados y, especialmente, a la opinión pública.
PINCHA LA ESTRATEGIA DEL PP
El affaire de los SMS es un serio pinchazo a la estrategia informativa que había diseñado Rajoy.
Desde La Moncloa y a principios de julio, todo se preparó para dar un giro radical al pesimismo que el propio Ejecutivo trasladó en abril, cuando llegó la Encuesta de Población Activa (EPA) de los 6,2 millones de parados.
Como explica Carlos E. Cué en ‘El País’, el plan de comunicación consistía en presentar a bombo y platillo reformas clave, para dar sensación de iniciativa, y montar actos para ofrecer buenas noticias, como la visita de Mariano Rajoy a la fábrica de General Motors en Zaragoza de esta semana.
Y como fin de fiesta, una nueva EPA a finales de julio de 2013, antes de irse de vacaciones, mucho mejor que la anterior.
Todo cuadraba para dar un giro radical a la legislatura, para cambiar definitivamente el discurso y recuperar el pulso perdido.
Pero todo se ha ido al garete, porque nada de lo que diga o haga ahora el Ejecutivo tiene más fuerza, al menos de momento, que la inesperada ofensiva de su extesorero, Luis Bárcenas, que lanza acusaciones incluso contra Rajoy y parece preparado para refrendarlas este lunes 15 de julio ante el juez Pablo Ruz.
LAS EXPLICACIONES A MEDIAS DE LA MONCLOA
Desde La Moncloa hacen llegar este domingo el mensaje de que la divulgación de los SMS responde a una estrategia del extesorero del PP para desviar la atención de sus problemas con la Justicia y demuestran que no consiguió nada de lo que pedía al presidente del Gobierno.
Inisiten en que difundir ahora esos mensajes hace patente la existencia de una clara estrategia para que, ante sus problemas con la Justicia y las explicaciones que tiene que dar sobre los 48 millones de euros que tenía en Suiza, se hable de otros asuntos.
Para reforzar su tesis, subrayan su aparente sorpresa por el hecho de que Bárcenas haya guardado mensajes de texto de ese tipo durante varios años, lo que en teoría certifica que había una estrategia predefinida para usarlos ante sus problemas judiciales.
El Ejecutivo se ha conjurado para tratar de seguir adelante como si nada, defender la honorabilidad de Rajoy y tratar de buscar un choque en el que se ve vencedor: el de la guerra de la palabra del presidente –«nadie se cree que Rajoy sea un corrupto o un hombre deshonesto», admiten hasta los más escépticos- contra la de su extesorero, un hombre que está en la cárcel y al que se le han encontrado casi 50 millones de euros en Suiza.
Por fuera, la imagen que se transmite es de tranquilidad absoluta. Pero por dentro, nadie niega la preocupación política, que no judicial.
Lo que más preocupa es el goteo, que la polémica se enquiste y se alargue. Algunos incluso temen que Bárcenas sea como Diego Torres, el socio de Iñaki Urdangarin que dosifica la información en el juzgado.
Aunque muchos creen que el extesorero no tiene nada realmente relevante y mucho menos pruebas de ningún delito, las pequeñas revelaciones escandalosas, aunque difíciles de probar, pueden ser demoledoras para la agenda de un Ejecutivo y un partido que parecen ‘adormilados‘.