Un viajero del primer vagón del tren descarrilado en Santiago, el guardia civil Óscar Mateos, ha explicado que tras el accidente del Alvia que hacía el trayecto entre Madrid y O Ferrol y que volcó «era muy difícil sacar a la gente» porque «había cientos por el medio» y otros efectos.
Mateos ha explicado, en declaraciones a los medios a las puertas del servicio de Urgencias del Hospital Clínico, que él viajaba en el primer vagón tras la máquina con un amigo y ambos se encuentran bien tras ser atendidos por «rasguños».
«He tenido suerte», ha subrayado este guardia civil de Cáceres, que ha indicado que en su vagón se registraron «dos fallecidos» y «había gente con piernas y brazos rotos».
Este viajero, que se subió en el tren en Puebla de Sanabria, ha manifestado que el vagón «iba a tope» y que en el momento del accidente «volcó de lado».
Según ha dicho, él se quedó hasta que consiguieron sacar a todos los viajeros del lugar. Además, ha resaltado que los servicios de Emergencia llegaron al punto del siniestro «en cinco o diez minutos».