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Malvaluna pide al Delegado del Gobierno que rectifique sus declaraciones sobre el asesinato de Villafranca

EXTREMADURA
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La Asociación de Mujeres Malvaluna ha exigido al delegado del gobierno en Extremadura que rectifique sus «imprudentes» declaraciones sobre el asesinato machista de Villafranca, ya que a su juicio justifican al agresor y alientan la permisividad frente a la violencia de género, y que se retracte de sus palabras.

Unas declaraciones que según Malvaluna «denotan un pensamiento poco coherente con la lucha contra la violencia de género, que justifican al agresor y la falta de recursos de seguridad, y que alientan la tolerancia y la permisividad frente a la violencia de género y de las que exigimos su inmediata y publica rectificación”.


Según
la asociación, en declaraciones publicadas en los medios de comunicación el
delegado señala tres cuestiones que les resultan altamente preocupantes, las
diga quien las diga, «pero más viniendo de quien viene».

 

La
primera de ellas, señala la asociación, es decir que el autor confeso del
crimen actuó “en un momento determinado de arrebato”, o lo que es lo mismo,  Delegado del Gobierno, antes de que un Juzgado
determine las circunstancias del hecho, ya lo exculpa y justifica con aquello
de “no sabía lo que hacía”.

 

Para
la asociación, cuando se maltrata a una mujer, se la agrede y en el peor de los
casos cuando se la mata se hace porque se quiere hacer, de manera consciente y
planificada, porque es una demostración del poder del varón, una demostración
del machismo, de aquello de “o conmigo o con nadie” del “eres mía” y puedo
hasta matarte.

 

Por
tanto se trata de actos plenamente conscientes que no tienen más explicación
que el sometimiento y la desigualdad; y cuando se hacen comentarios como los
del Delegado del Gobierno se traslada a la sociedad una idea de justificación y
tolerancia que no es permisible en nadie, menos en el representante del
gobierno de la nación.

 

La
otra cuestión que les preocupa es la tranquilidad con la que el Delegado acepta
la inexistencia de medidas de seguridad (teleasistencia o pulseras de
protección). Cierto es que ninguna medida asegura al cien por cien la vida o la
integridad de nadie, añada la asociación, pero lo que sí es indiscutible es que
si la mujer hubiera contado con alguna de ellas hubiera tenido, al menos, una
oportunidad de pedir auxilio”.

  

RECORTES EN VIOLENCIA DE
GENERO


Tanto
instituciones como organizaciones de mujeres han alertado que se están
produciendo recortes en violencia de género que afectan directamente a la
seguridad de las víctimas, y que esos recortes provocan que mujeres que podían
contar con esos recursos ahora no los tienen y por tanto son más vulnerables.

 

Por
ello López Iglesias, añade la asociación, no debería aceptar como un hecho
normal y natural que las mujeres víctimas de violencia no tengan servicios de
teleasistencia, sino invitar a la reflexión sobre las gravísimas consecuencias
que los recortes efectuados por su gobierno en materia de igualdad y de
violencia de género tienen para las mujeres.

 

La
tercera de las “deplorables” declaraciones del Delegado, según Malvaluna, es la
relativa al “peso de la denuncia”, una cuestión que pone de manifiesto el
escaso valor que desde las instituciones implicadas en la persecución de la
violencia de género se le concede a la palabra de la mujer.

 

Es
evidente que si el agresor vulnera la orden de protección demuestra un plus de
peligrosidad que no puede pasar inadvertido ni minusvalorado, todo lo contrario
debe servir para poner mayor énfasis en la protección de la víctima.

 


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