El Grupo Municipal de IU en el Ayuntamiento de Cáceres ha mostrado su desacuerdo con las palabras del concejal Pedro Muriel sobre el inicio del curso escolar,al decir que los 16 centros de Enseñanza Primaria de la ciudad de Cáceres estaban dispuestos a iniciar el Curso Escolar, 2013/14, en perfectas condiciones en materia de pintura, humedades, accesibilidad, goteras etc. En algunos la Consejería ha sustituido la instalación eléctrica (La Montaña, Cervantes y el Gabriel y Galán).
Según afirma IU, El
curso empieza igual que terminó. Los centros con los mismos problemas de
adecentamiento que tenían porque el Ayuntamiento no se ha gastado ni 1/2 Kg. de
pintura. A lo mejor se termina imponiendo el ejemplo del Donoso Cortés que en
el verano de 2012 decidieron pintar el centro entre padres y profesores.
La
mayoría de los centros, según IU, están con los mismos problemas que tenían al
terminar el curso anterior en lo relativo a pintura y adecentamiento. Otros,
como el Delicias, además de esto, tendrá que seguir el comedor en el pasillo.
Los centros, ubicados en edificios antiguos, están necesitando abordar la
sustitución de las tuberías, como, por ejemplo, el Gabriel y Galán.
Ante
la demanda de la dirección de los centros, es muy corriente que entre el
Ayuntamiento y la Consejería recurran a la política del “pimponeo de
competencias” para no entrar en la solución del problema.
Tampoco
están de acuerdo cuando dice a la opinión pública que la limpieza de los
centros está cubierta con la reciente adjudicación del servicio a la empresa
Ferroser, porque no le dice a los cacereños con hijos en edad
escolar, que se ha reducido 1/3 el número de horas, en relación con las que
esta misma empresa tenía el curso anterior, hecho por el que han estado
protestando las trabajadoras a la entrada del Ayuntamiento.
Desde
el Grupo Municipal de Izquierda Unida han pedido al Concejal de Educación que
salga del despacho y visite los centros antes de dirigirse a los ciudadanos y
que les exponga la realidad y cuente la verdad. Porque se puede acertar o errar
en la gestión de los intereses generales de los ciudadanos, pero hay que dar la
cara y no mentir.
