La marcha gris contra la silicosis, una andadura de 70 kilómetros entre Quintana de la Serena y Mérida de tres días, tuvo como colofón una gran manifestación por las calles de la capital extremeña con la participación de cerca de 700 personas. Los canteros de Quintana han sido los grandes protagonistas de esta protesta, aunque durante los tres días han estado apoyados por sus familias, vecinos, asociaciones, ayuntamientos y miembros de CCOO de toda la región.
En esta acción se ha hecho visible la gravedad de la situación que viven los trabajadores de las canteras cuando enferman de silicosis y patente la necesidad de que la administración dé ayudas a los afectados desde el primer momento que se contrae la enfermedad para evitar su agravamiento.
Esta iniciativa ha sido organizada por la Federación de la Construcción de CCOO de Extremadura y la Asociación de afectados por la Silicosis.
Básicamente se exige al Gobierno central que reconozca una prestación compensatoria en el estado inicial de esta enfermedad, el grado 1, para permitir que los canteros puedan dejar de trabajar y seguir expuestos al polvo que les produciría su empeoramiento a grados de mayor intensidad.En estos grados posteriores sí está reconocido el cobro de una prestación compensatoria pero para entonces la enfermedad es ya incurable y provoca incapacidad de trabajar y llevar una vida normal.Mientras el Gobierno no incluya al grado 1 de la silicosis en el catálogo de las enfermedades profesionales que dan derecho al cobro de una prestación, CCOO insta a la Junta de Extremadura a que habilite un fondo minero, al igual que se ha hecho en otras comunidades, para ayudar a los afectados.
Estas dos reivindicaciones serán trasladadas directamente a la Administración regional en una reunión prevista para este martes en Mérida entre representantes de la Junta y de CCOO y la Asociación de Afectados por la Silicosis.
El secretario general de CCOO de Extremadura, Julián Carretero, subrayó que esta manifestación y la marcha gris son una lucha por la «dignidad del pueblo extremeño, peleando por la salud, por las condiciones de trabajo y por el futuro de los trabajadores».Señaló al presidente de la Junta de Extremadura, José Antonio Monago, para que «asuma» que este «es un problema en él también tiene responsabilidad» y sobre el que se tiene que implicar para encontrar soluciones.«Estamos reivindicando al Gobierno regional que sea consciente de que si alguien tiene un problema de salud en Extremadura, o de condiciones de trabajo, o de empleo, y hay casi 172.000 personas en paro, eso es un problema de José Antonio Monago», explicó.
Por su parte, el secretario general de la Federación Estatal de Construcción y Madera de CCOO, Vicente Sánchez, aclaró que la silicosis está presente, no solo en Extremadura, sino en las canteras comunidades como Galicia, Murcia o Andalucía, siendo una enfermedad «en silencio», que sufren los enfermos y sus familias.Por esta razón, CCOO apuesta en todas las comarcas que tienen explotaciones de este tipo para que haya un mayor reconocimiento para los trabajadores con grado 1 de silicosis y, en ese sentido, recordó que una sentencia reciente en el País Vasco ha abierto la puerta a que esto se pueda conseguir.
La manifestación ha contado con una nutrida presencia de vecinos de Quintana de la Serena, alcaldes de la zona y miembros del PSOE y de IU. También se han sumado afectados de la silicosis de Cádiz que han venido a Mérida a apoyar esta iniciativa extremeña.
