nuevo día, se cuela la luz del sol en mi habitación por las rendijas de la
persiana, perezoso resucito de este sueño que me atrapa dulcemente y me
devuelve a mi rutina, acurrucado al calor me refugio como un niño entre las
sabanas.
Miro de nuevo el reloj lamentándome de este escenario
que impera, me levanto y afronto
verdades, salgo remiso a la calle, adormilado, el vaho de mi aliento se camufla
en la gélida mañana, respiro tenazmente y mi cuerpo se estremece hendiendo los
cimientos de mis utopías.
Camino al trabajo bordeo los abismos de las
realidades, dando comienzo la exhibición
matinal de bostezos y desperezos, arranco el motor de mi coche, suena música en
la radio y un semáforo traidor con efecto soporífero que me arrastra a la cima
de un dulce sueño del que despierto a golpe de claxon.
Un nuevo amanecer te regala un sol radiante
cada mañana, un cielo azul y un poema de esperanza, es otra oportunidad para
poder rectificar los errores cometidos y regalar a los demás nuestra mejor
sonrisa, cada mañana sucede un nuevo milagro llamado vida, bendito espectáculo
del que formamos parte.
Nadie en su ignorancia sabe si existirá un
nuevo mañana y si tal vez la vida nos concederá esa nueva oportunidad, pero si no
es así y me equivoco y hoy es el último día, no desaprovechare la ocasión para
decir te quiero, para dar un beso tierno, para regalar mis mejores palabras o
simplemente pedir perdón.
Antonio Machado dijo “Si es bueno vivir,
todavía es mejor soñar, y lo mejor de todo, despertar” así que cada amanecer es
un regalo, ábrelo y disfrútalo desde el primer minuto.