La lucha contra el picudo rojo, una responsabilidad de administración y ciudadanos

Digital Extremadura (DEx) ha entrevistado a Enrique Corella, responsable técnico de la empresa Rentokil, quien ha defendido que la guerra contra el picudo rojo no es una guerra única y exclusivamente de la administración pública, es una guerra en la que administración y ciudadanos deben luchar conjuntamente.

El motivo de la entrevista se sustenta
en la reciente aparición del picudo rojo en Madrigal de la Vera (Cáceres), un
insecto que daña a las palmeras. El foco se ha detectado tras recibir un aviso
de un particular, que observó la presencia de este animal en unas palmeras
centenarias de su propiedad, muy próximas al límite con la provincia de Ávila.

¿Qué
es el picudo rojo?

El picudo rojo (Rhynchophorus ferrugineus) es un coleóptero de la familia de los  gorgojos originario del Sureste asiático y la
Polinesia que poco a poco, ha ido colonizando otras zonas de clima templado, fundamentalmente
de la cuenca mediterránea.

Se caracteriza porque produce daños de
importancia a diferentes especies de palmeras pudiendo llegar a provocarles la
muerte. El adulto tiene un tamaño de entre dos a cinco centímetros, es de color
rojizo con manchas oscuras y tiene un «morro» o rostro muy característico.
Las larvas, que se desarrollan en el interior de las palmeras de las que se
alimentan, pueden llegar a alcanzar un tamaño de 5 cm y se caracterizan por su color
amarillento, su forma de pera y una cabeza de color marrón oscuro con potentes
mandíbulas.

En España se detectó por primera vez
en la provincia de Granada, en concreto en 1993 en Almuñécar (por la
importación de palmeras de Egipto), y posteriormente, se fue expandiendo por la
Comunidad Valenciana en el 2004, Región de Murcia, Cataluña y Canarias en el
2005 y en Baleares en el 2006. Y recientemente, en la Isla de La Toja en
Galicia y en Madrigal de la Vera, en Cáceres.

¿Por
qué es tan perjudicial?

El picudo rojo ataca a multitud de
especies de palmeras pero tiene especial predilección por las del género Phoenix, en concreto, la palmera
datilera y la palmera canaria. Los daños son producidos por las larvas que se
alimentan de los tejidos blandos de la palmera, y principalmente, de los de la zona
superior donde está la yema apical, punto de desarrollo de las nuevas palmas. Son
insectos muy voraces y pueden llegar a producir la muerte de una palmera en
unos meses y de manera irremediable cuando las larvas devoran la yema apical.

¿Cuáles son las épocas
del año de más riesgo para la aparición del picudo rojo?

Realmente
el picudo se desarrolla durante todo el año en las palmeras, ya que en el
interior de las mismas hay unas condiciones óptimas para las larvas así como
para los adultos, resguardados entre las palmas de las inclemencias
meteorológicas.

En
el levante, sí que se aprecian dos picos en la curva de vuelo y son entre
abril-mayo y septiembre-noviembre, presentando un claro declive de las
poblaciones adultas en los meses invernales.

¿Cuáles son los
principales síntomas para detectar una plaga de picudo rojo?

Existen toda una serie
de síntomas que evidencian un ataque de picudo rojo. Muchas veces cuando se
detectan estos síntomas el ataque ya es significativo

Entre
los síntomas más importantes podríamos destacar orificios en los foliolos de la
hoja, en forma de punta de flecha; daños evidentes en el ojo de la palmera y laterización
del mismo (la palmera      pierde su
simetría por uno de sus lados); y agujeros y cámaras o galerías en el tronco y
en las palmas.

¿Cómo se propaga esta
plaga?

Los
adultos de picudo permanecen en la palmera afectada hasta que esta muere. Es entonces
cuando se desplaza hasta otras palmeras sanas para iniciar un nuevo ataque y
colonización. Esta sería la vía de propagación natural de la plaga.

Existe
otra vía de propagación casi tan importante como la natural, y es la propiciada
por el hombre, muchas veces por la falta de información. Me refiero, sobre todo,
al manejo inadecuado de las palmeras y de los restos afectados por el picudo. Se
debe evitar siempre hacer heridas a las palmeras porque atraen al picudo. Y, en
caso de tener que realizar la poda, debe hacerse en la época de menor actividad
de los adultos, en invierno.

Por
otra parte, cualquier palmera o resto con evidencias de la plaga, hay que
destruirlo adecuadamente y su transporte a vertederos, que generalmente son autorizados,
debe realizarse en transportes cerrados.

¿Cómo se puede evitar su
propagación?

La
experiencia nos dice que es muy difícil evitar su propagación. Como ya he
comentado, recientemente se ha detectado en un pueblo de Cáceres y desde su
aparición en el 2003 en España, su dispersión por todo el litoral mediterráneo
ha sido muy rápida. ¿Por qué?, pues en primer lugar porque las plagas no
conocen fronteras y, en su afán de sobrevivir, van colonizando nuevas palmeras
y nuevas áreas geográficas. Sobre todo la propagación se produce porque no
existen procedimientos claros, precisos y protocolizados para el control de la
plaga.

Cada
comunidad ha legislado y recomendado según su criterio y no hay una
coordinación entre administraciones públicas y propietarios particulares para
trabajar todos a una y evitar la plaga. Sin esta coordinación es imposible llevar
a buen término cualquier programa que se establezca.

Una vez que ha llegado
la plaga, ¿cómo se debe actuar?

La
estrategia de control del picudo rojo pasa por el establecimiento de un Plan de
Manejo Integrado. En este plan se deben de barajar todas las medidas posibles, con
eficacia demostrada, que tengamos a nuestro alcance.

Entre
estas medidas podemos destacar realizar las podas en invierno para evitar la
propagación de la plaga; colocación de trampas con feromonas/kairomonas
específicas para picudo rojo; tratamientos químicos, ya sean por pulverización
del cogollo o por endoterapia; tratamientos biológicos con nematodos (Steinernema carpocapsae) u hongos (Beauveria bassiana; y saneamiento mecánico
de las partes dañadas de una palmera para intentar salvarla.

¿Qué labor desempeña su
empresa, Rentokil Initial?

Rentokil
Initial es una compañía especialista en el control de plagas y gracias a su
amplia experiencia en el sector, ofrece a sus clientes soluciones efectivas.

Para
el control del picudo, las actuaciones están basadas en el Manejo Integrado de tratamientos
de plagas, combinando distintas estrategias como la dendrocirugía, el trampeo
para realizar el seguimiento de las poblaciones en zonas afectadas y el establecimiento
de protección en zonas no afectadas o limítrofes, el empleo de la “lucha
biológica”, sin descartar, e incluso considerando necesario el uso de productos
insecticidas convencionales, ya por pulverización, inyección o en el agua de
riego en el caso de plantones. Esta estrategia de control es efectiva tanto para
el control preventivo como curativo en palmeras afectadas.

Qué consejos daría ante
la aparición de una plaga de picudo rojo.

Cuando
aparece un nuevo brote de la plaga de picudo, como ha ocurrido en Madrigal de
la Vera en Cáceres, es fundamental realizar una estricta vigilancia de la plaga
en la zona y tomar todas las medidas de control necesarias de forma coordinada.

La guerra
contra el picudo rojo no es una guerra única y exclusivamente de la administración
pública, es una guerra en la que administración y ciudadanos deben luchar conjuntamente.
De nada sirve que un Ayuntamiento tome medidas para el seguimiento y el control
de la plaga en su municipio si al final se olvida de los cientos de
particulares que tienen palmeras en sus propiedades, y que, unas veces por desconocimiento
y otras por falta de dinero, no realizan ningún tipo de actuación para preservar
sus palmeras de esta terrible plaga, convirtiéndose en importantes reservorios
de la misma.

Hay que
realizar actuaciones coordinadas y efectivas, y no vale escudarnos en la falta
de recursos, de ser así nuestras palmeras pasarán a la historia.