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Investigadores de la UEx optimizan los efectos del biovidrio en la regeneración ósea

OCIO Y SALUD
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Un equipo de expertos de la Universidad de Extremadura y de la portuguesa de Aveiro han diseñado un preparado de “tintas” que, depositado a través de un brazo robótico (técnica de robocasting), permite fabricar implantes para regeneración ósea con propiedades mecánicas muy superiores a las exhibidas hasta la fecha por el biovidrio.

[Img #31039]Este
componente, el biovidrio 45S5, es considerado a día de hoy no sólo el material
con mejores propiedades biológicas para la recomposición de fracturas óseas
sino que, además, se trata de un componente con una enorme capacidad angiogénica
que facilita la vascularización (formación de vasos sanguíneos) del nuevo
tejido.

 

No
obstante, a pesar de su enorme compatibilidad con el organismo a la hora de
regenerar los tejidos óseos, su aplicación en el ámbito bio-médico ha estado
hasta ahora muy limitada.

 

Este
reducido uso se ha debido, principalmente, a su baja resistencia mecánica. “Su
utilización ha estado limitada a la reconstrucción de fisuras óseas en el oído
medio y en la confección de pastas de dientes capaces de reconstruir el esmalte”.

 

Lo
ha explicado  uno de los responsables de
este hallazgo científico, el profesor e investigador de la UEx, Pedro Miranda,
ha detallado que “el hueso posee una función mecánica, tiene que soportar
cierto grado de carga, y el biovidrio no ha podido ser utilizado hasta ahora
con este fin por su debilidad.

 

Por
eso, ha añadido, “es muy importante que hayamos sido capaces de desarrollar un
método de fabricación que permite dotar de integridad mecánica a este material,
y construir piezas de cualquier geometría, de forma automática capa a capa”.

 

NUEVOS HORIZONTES PARA
LA MEDICINA

 

El
descubrimiento realizado por este equipo de expertos permitirá, a partir de
ahora, aumentar las alternativas médicas en el campo de la ortopedia y la
odontología. “Quizás no hayamos obtenido una resistencia que permita
reconstruir una cadera, pero sí que podremos aspirar a la reconstrucción de
huesos  sometidos a cargas medias”, ha
puntualizado Miranda.

 

Esta
disolución es una suspensión acuosa muy concentrada de polvo de biovidrio que
tiene las propiedades viscoelásticas necesarias para ser usada en la técnica de
moldeo robotizado, lo que permite soportar el peso de las distintas estructuras
porosas de este material.

 

La
idea, ahora, según ha detallado el investigador, es incorporar al material ya
desarrollado nuevos componentes polímericos, también muy utilizado en la
fabricación de este tipo de implantes, que permitan aumentar la tensión de
rotura de las piezas por un lado, y por otro, la tenacidad o resistencia a la
propagación de fisuras.

 

Los
resultados de las investigaciones realizadas han sido publicadas recientemente
en la prestigiosa revista Journal of the European Ceramic Society.

 

SUSTITUIR LOS MATERIALES
METALICOS

 

Según
señalan responsables de este estudio, cuando el daño sufrido por el hueso tiene
un tamaño por encima de los 5 milímetros, la disposición de restablecer de
forma natural el tejido óseo  se torna
dificultosa.

 

Por
eso, a día de hoy, la medicina trata de sustituir cada vez más los materiales
metálicos que después es necesario extraer, tales como clavos y placas, por
otros degradables que permiten la regeneración sin necesidad de realizar
posteriores extracciones.

 

Uno
de los componentes más investigados en la actualidad es el biovidrio,
considerado hasta el momento como el 
agente con mejores propiedades biológicas.

 

 


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