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Cáceres se une a la conmemoración del Día Día Mundial de la Lucha contra el Sida

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Un lazo rojo en el balcón del ayuntamiento de Cáceres recuerda que este domingo día 1 de diciembre se celebra el Día Mundial de la Lucha contra el Sida, y para conmemorarlo se ha llevado a cabo un acto en las puertas del ayuntamiento en el que han tomado la voz un grupo de alumnos del colegio “Licenciados Reunidos”.

[Img #32248]Una enfermedad, ha dicho la alcaldesa de Cáceres, Elena Nevado, que ha hecho estragos
en la sociedad y sobre la que todavía existen falsos mitos.

 

Por
ello la información es una herramienta esencial para prevenir contagios y para concienciar
a la ciudadanía, porque si el virus no discrimina, no podemos ser nosotros quienes
lo hagamos.

 

La
información, la prevención y la concienciación con claves en la lucha contra el
sida, y es una tarea de todos, aunque todavía queda mucho por andar, pero ha
dicho a los enfermos que “no están solos”.

 

Un
alumno ha tomado la palabra y ha recordado a todos los fallecidos por esta
enfermedad.

 

Que
una persona padezca sida no significa que sea peligro para nuestra salud, sino
que buscan tener una vida normal, y por ello no se les debe discriminar ya que
cualquiera puede padecerlo porque la enfermedad no discrimina.

 

Han
pedido a las administraciones que sigan informando a la juventud y que se siga
investigando para encontrar una cura.

 

Por
último el presidente del Comité Antisida de Extremadura, Santiago Pérez, ha leído
un manifiesto en el que hacía un llamamiento a las autoridades a para que unan
sus fuerzas y hacer frente de forma conjunta a esta pandemia.

 

Asimismo
destacaba la importancia de la prevención, y llamaba la atención sobre las
barreras estructurales que aún existen como el estigma, la  discriminación, la desigualdad de género, la
pobreza y la vulneración de los derechos humanos.

 

La
crisis, ha señalado, no debe ser un motivo que justifique  dejar de lado una pandemia que ha tenido un
impacto incalculable, no solo en el número de vidas perdidas o las
consecuencias sociales y económicas, sino por la marca emocional que ha dejado
en generaciones enteras de muchas sociedades.


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