EL MIEDO, ¿ASIGNATURA OBLIGATORIA?.

Acabo de abrir el
periódico de la mañana y leo textualmente que
“El Gobierno suaviza a última
hora la ley para reprimir protestas”
, y como consecuencia de todo ello,
veo la polémica suscitada entre el socialista Eduardo Madina (Diputado del
PSOE) y el Ministro del Interior Sr
.
Fernández Díaz, cuando llegó el turno de las interpelaciones.

 

            Al parecer cuando el Sr. Madina salió a la palestra para
pedirle explicaciones al Ministro, sobre el proyecto de ley que tenía
preparado, sobre el tema de seguridad ciudadana, le espetó que “Si
ustedes vulneran derechos fundamentales como el de la protesta ciudadana; me
van a tener enfrente a mí y al grupo socialista, y todo porque Uds., son un
gobierno que destila miedo y quieren socializar ese miedo”.

 

            Según parece las palabras del diputado socialista molestaron muchísimo al
Ministro del Interior, que no dudó en darle la réplica reclamando silencio, una
y otra vez a la bancada del PSOE, pero con muy malas maneras, probablemente
como consecuencia del nerviosismo.

 

            Sus palabras exactas
fueron: “Sr. Madina, usted ha hablado
hoy, sin conocer el anteproyecto, de que habrá represión ciudadana, de
silenciar por miedo… ¡Pero qué inmensidad de ridiculeces y tonterías ha
dicho!”.
¿Pero quién se ha creído Ud. que es para dar lecciones de democracia?.
¿A quién pretende impresionar?. ¡A mí no!.

 

            Como espectáculo: “Bochornoso”,
al decir de cualquiera por muy torpe que sea en estos tiempos. Pero al margen del espectáculo del “miedo como asignatura obligatoria”,
parece ser que el texto del anteproyecto se está adaptando a la legislación
vigente y, especialmente a la jurisprudencia constitucional en asuntos que
afectan a derechos fundamentales y todo esto, para evitar que la ya famosa “Ley
Fernández Díaz”
, pueda ser derribada en el alto Tribunal, donde con
toda seguridad acabará si grupos de la oposición como IU, CIU, PNV, PSOE, etc.,
cumplen sus amenazas.

 

            Pero: ¿A dónde quiero ir a parar con este comentario sobre el miedo?. Pues quiero recordar que en tiempos
de la dictadura franquista, también utilizaban el discurso del miedo p
ara justificar
sus reformas y para que la gente no protestara, y solo con decir que las cosas estaban
muy mal, era más que suficiente. La
gente callaba y otorgaba.

 

Probablemente esa táctica tenga notoriedad y dé margen de maniobra al
Gobierno del Sr. Rajoy, pero es descabellada.  Porque la mayoría de la gente ya está muy  asustada, y sus motivos tienen, y con las
nuevas medidas de espanto que le están inyectando la van a terminar hundiendo.

 

Y querer hacer culpable únicamente al anterior
gobierno del Sr. Zapatero con el
cuento de la “herencia heredada” es querer mirar para otro lado; porque ¿cómo
explicamos lo de los  25.000 millones de deuda en Valencia, los
7.000 millones solo del Ayuntamiento
de  Madrid y los 1.000 millones en Murcia, etc.,
etc., entre otras muchas cosas?.

Generalmente los políticos son dados en proyectar el
discurso del miedo para justificar ideas preconcebidas ya existentes y que
pensaban implantar, pero que ocultan durante las campañas electorales porque de
hacerlo les restarían votos.

 

¿Alguien puede imaginarse al Sr. Rajoy, diciendo en campaña electoral que debido a la situación heredada”
implantarían el copago sanitario, subirían el IVA y el IRPF a los trabajadores,
o que sus medidas con una nueva ley laboral harían perder poder adquisitivo a
los pensionistas?

¿O no es cierto que se decía todo lo contario?. Los miedos son cuidados,  creados, alimentados y manipulados por quien
desea infundir temor para la consecución de un fin. Esa es la asignatura del miedo; asignatura en la que sacan
sobresaliente estos políticos del PP.

 

Lo que no saben, es que el problema real que ellos
ponen en práctica, es que un
país hundido puede tardar muchas décadas en levantarse. Solo hay que ver y escuchar en la calle lo que se comenta, pues el único tema de
conversación en todas partes, es el de las desdichas que nos afligen a diario,
y el de las injusticias  que estamos
padeciendo y las que están por llegar.

 

Cuando un Gobierno tolera y alberga 6.000.000 de parados: ¿Que podemos pensar?.  ¿Quién no teme por su empleo?.  Cuando se endurecen las leyes laborales y no
deja de hablarse de recortes de decenas de miles de millones de euros:  ¿Qué trabajador, funcionario o perceptor de
algún subsidio público, no sospecha que también a él le va a tocar, pronto o
tarde?. ¿Qué parado no ve ennegrecer
su suerte cuando el Ministro de Economía dice que las inversiones públicas van
a caer un 40% más?.

                                      

Si hemos sido capaces de soportar el “copago y el repago” sanitario, el
recorte en las becas de educación, la subida del IVA en porcentajes
impresentables, una reforma salarial que nos ha llevado al estigmatizado
“despido libre”
, que nuestros jóvenes mejor preparados hayan tenido que
hacer las maletas, como sus abuelos o bisabuelos para ganarse la vida fuera de
España, o que los que hoy tienen 40 años se las verán y se las desearán para
cobrar una pensión cuando les toque.
¿Qué va a pensar la gente?.

Un día escuché y no sé a quién, que ningún programa de resarcimiento económico
tiene sentido en este ambiente de desaliento. Y hasta es probable que al gobierno de la derecha que hoy
padecemos, le pueda convenir un país enmudecido por la pesadumbre, pero de ahí
solo pueden venir males mayores. Y
quién sabe si también algún estallido, porque  hasta 
es probable que los jóvenes no vayan a resignarse siempre con esta
situación, por mucho que pensemos que están dormidos.