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QUE LA TIERRA TE SEA LIGERA

OPINIÓN
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[Img #32339]“Que
la Tierra te Sea Ligera es una exposición organizada por el Consorcio de la
Ciudad Monumental y el Museo Nacional de Arte Romano dentro del programa de
colaboración entre ambas instituciones y en el que son depositadas en el Museo
las piezas procedentes de las excavaciones practicadas en la ciudad en los
últimos años.


El
mensaje se centra en la arqueología de la muerte, y en la muerte en sí misma,
tal y como era concebida en el solar emeritense hace miles de años. Las piezas
que se exhiben proceden del área funeraria conocida como El Disco.”


Prácticamente,
y de modo resumido, esta nota que se incluía la invitación de la Exposición,
sería suficiente para saber qué es lo que vamos a encontrarnos en ella con el
título genérico de;  “que la tierra te
sea ligera”, “sit tibi terra levis”. que es la inscripción que encontramos en
la mayoría de las lápidas, al pie del relato, por el que sabemos; quién era el
difunto, de donde provenía, quién le dedica esta lápida, e incluso, con frecuencia,
qué edad tenía, y  que se  inauguró el día 29, en el Museo Nacional de
Arte Romano de Mérida a las 13 horas, y cuya estancia tendrá una larga duración.
Comenzó la presentación el director del mismo, José María Álvarez Martínez,
agradeciendo la colaboración y el trabajo de los que la han hecho posible,
tanto del personal del propio Museo como del Consorcio.


Miguel
Alba Calzado como director científico del Consorcio destacó la importancia de
dar a conocer las piezas que se están encontrando y el proceso desde su
excavación, a su contemplación pública.


La
Consejera de Cultura, Trinidad Nogales Basarrate,  adelantó lo que pueden ser proyectos futuros,
y que esta exposición, es como un punto de partida dentro de este mes de
Noviembre, marcado por los días de difuntos. Pero que espera, que
acontecimientos, como este. sigan jalonando el calendario.


[Img #32340]Pilar
Caldera  de Castro, fue exponiendo una a
una, el sentido de las salas, que nos permiten conocer mucho más del sentir de
una cultura como la romana, y  sobre todo,
el tratamiento que los romanos daban a los difuntos. Sin duda, es una
exposición llena de sorpresas, desde la presencia en las tumbas de un ajuar,
para que el difunto pudiera tenerlo, ya que para ellos, el alma no abandonaba
el cuerpo y el recuerdo y los manjares que les ofrecían, podían hacer que este
perviviera. Esta costumbre,  hacía, que entre
los mausoleos y las tumbas de las necrópolis, se encontrara todo un mundo social,
que iba, desde las prostitutas, las “bustuarias”, (no porque tuvieran un busto
de tales medidas que las identificara con tal nombre, sino porque “bustuarius
significa funerario”. Algo que también identificaba al “bustum gladiator”, el
gladiador que luchaba, como un remedo de la “agón”, la lucha del vivo ante la
muerte, ante el difunto y sobre el que se vertía la sangre del perdedor),  que “calmaban” la tristeza de quien iba a
visitar a algún familiar difunto, hasta los pobres y vagabundos que
aprovechaban la comida y ofrendas que se dejaba sobre las tumbas.


Existen
muchos detalles que nos muestran su mentalidad. Desde la presencia de husos,  con los que las Parcas habían tejido la vida
del ya difunto,( posiblemente la raíz de “funus”, “funeral”, pero también “muerte”,
sea la misma que “funis”, “cuerda”) hasta las tijeras con las que habían
cortado este hilo. Pequeñas tumbas de niños, en las que se introducían desde
caracolas, hasta ranas, para que se entretuvieran en el otro mundo. Les han
llamado la atención  a los arqueólogos
las pequeñas vasijas de cristal, que se encuentran en muchas tumbas, algunas
conservadas intactas casi de modo milagroso, y que han identificado como  recipientes para las lágrimas, que familiares
y amigos depositaban junto al difunto, como muestra de la tristeza que les produjo
su desaparición.


Pero
sin duda, para mí, el objeto que más me impactó, es una pequeña lápida que
representa a una mujer desnuda. Reconozco que esta imagen me serviría para
hacer una amplia lectura llena de simbolismos. Está en ella, representada, una
bella mujer que muestra sus pechos, pareciendo incluso que se los señala para
destacar su perfección, con un perfil griego, coloca sus pies sobre una pequeña
tarima, símbolo de su sublimidad, ya que no toca la tierra sino que está sobre
ella,  y en la parte superior,  una leyenda en griego dice; “lampac  eton”.Mis conocimientos del griego clásico,
(del bachillerato) me harían pensar que no es correcta la inscripción y que con
algunas incorrecciones ortográficas, seguramente querría decir; “lampas eton” ,
que si la memoria no me falla, significa; “Eras (mi) luz”. ¿Puede haber algo
más romántico en una lápida?



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