Pérez Reverte: Mis lectores me hacen libre

A un lector epidérmico puede causarle Arturo Pérez-Reverte (Cartagena, 1951) la engañosa impresión de novelista disperso a causa de la variedad de formas y de anécdotas de sus libros. Sin embargo, el cartagenero viene reescribiendo, desde El húsar, el magistral relato corto que le dio a conocer, el mismo texto, lo encarne donde lo encarne, incluido el popular Alatriste: esa escritura homogénea consiste siempre en la exposición de un conflicto de valores.

[Img #32425]Solo un año después de uno de sus mejores libros,El tango de la Guardia Vieja, publica El francotirador paciente. Salvo por el gusto de hacerles recorrer a los personajes una dispersa geografía, en nada se parecen las pretensiones, en aquél, de un galán humillado por gente poderosa y la marginalidad antisistema de los grafiteros recreada en éste. Pero ambos dan una nueva vuelta de tuerca al mismo problema básico: el peso de una conciencia recta en el comportamiento humano.


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