Una colaboración entre el Equipo de Atapuerca y el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva ha permitido secuenciar, con nuevas técnicas, el genoma mitocondrial casi completo de un resto humano (el Fémur XIII) de la Sima de los Huesos de Atapuerca, datado en unos 400.000 años (Pleistoceno Medio).
Sólo en el permafrost (el suelo permanentemente congelado de las regiones polares) se ha recuperado ADN de esta antigüedad, pero no humano. Así lo constata el último número de la revistaNature que se publica mañana.
El equipo de Matthias Meyer, del Instituto Max Planck, había secuenciado, hace muy poco tiempo, el genoma mitocondrial completo de un osoprecedente del mismo yacimiento y encontrado junto con los fósiles humanos. Fue preciso para ello desarrollar nuevas técnicas analíticas, habida cuenta de la degradación extrema del material genético. El procedimiento resultó acertado y el siguiente paso era aplicarlo en un fósil humano.