Ahí está, ahí está, como la Puerta de
Alcalá en la canción de Víctor Manuel y Ana Belén, dejando pasar el tiempo, pero
manteniendo su presencia y su eficacia. La Constitución española de 1978
norma suprema del ordenamiento jurídico del Reino de España, a la que están sujetos los poderes públicos y los
ciudadanos de España, fue aprobada por
el pueblo español en referéndum el 6 de diciembre de 1978. Ahí está la
Constitución Española sancionada por el Rey Juan Carlos I el día 27 de
diciembre de 1978 y una vez publicada en
el Boletín del Estado entró en vigor
el 29 de diciembre de 1978,
Y la Puerta de Alcalá uno de los símbolos más
ligados a la ciudad de Madrid, construida en 1778 –doscientos años antes-
siendo una de las cinco puertas reales con las que contaba la ciudad de Madrid.
y que tuvo el encargo concreto de dar la bienvenida a los visitantes que
llegasen de lugares como Cataluña, Aragón o Francia. Su construcción fue un
encargo del monarca Carlos III para conmemorar su llegada a Madrid como rey, cuenta
con el cariño de los madrileños siendo imagen principal de la ciudad. También fue
testigo de la importancia de aquella
votación de todo el pueblo español el 6 de diciembre , ahora se cumplen 35
años.
. La promulgación de la Constitución implicó la culminación de la Transición
Española que tuvo lugar como consecuencia de la muerte, el 20 de noviembre de
1975, del anterior Jefe del Estado, el generalísimo Francisco Franco, precipitando
una serie de acontecimientos políticos e históricos que transformaron el
anterior régimen autoritario, en un Estado Social y
Democrático de Derecho, bajo la forma política de Monarquía Parlamentaria.
.La
constitución española de 1978 proclama
un Estado social y democrático de Derecho que propugna como valores
superiores del ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político.
Y además deposita la soberanía nacional en el
pueblo español.
Y ahora que algunos quieren decidir
unilateralmente en su reforma, deben recordar que la Constitución Española
tiene la condición de rígida, por cuanto contiene un procedimiento específico
para la reforma de sus preceptos. Por el contrario, las constituciones
flexibles serían aquellas que pueden ser modificadas por el legislador
ordinario, caso del sistema inglés. La rigidez queda manifestada en el Título
X, que señala el procedimiento para la modificación constitucional,
estableciendo además la necesidad de un procedimiento agravado para alterar
determinados preceptos constitucionales.
Por todo ello es de entender que su texto no
puede ser modificado bajo el procedimiento legislativo ordinario, y sin
embargo, puede ser adaptado a las nuevas realidades sociales sin necesidad de
interrumpir la continuidad jurídica del ordenamiento .La Constitución española
de 1978 es la segunda más extensa de la historia
del constitucionalismo español, después de la Constitución
de 1812.
Tomando como referencia la Puerta de Alcalá, que es símbolo de la
realidad de todo el pueblo de Madrid, la Constitución Española de 1978 es
resultado de la decisión de todo un pueblo, el español y como tal es de él de quien depende en su
totalidad la toma de decisiones..