El proyecto ‘La escuela adopta un monumento’ se extiende a 24 colegios extremeños

El secretario general de Educación, César Díez Solís, y la directora general de Patrimonio Cultural, Pilar Merino, han presentado el proyecto ‘La escuela adopta un monumento’, a los equipos directivos de 24 centros educativos extremeños que este curso se suman a esta iniciativa tras la exitosa experiencia llevada a cabo en Mérida.

El programa se extiende a distintos puntos de la región tras conseguir en
Mérida la implicación de una veintena de centros educativos y la participación
de unos 2.000 alumnos y 150 profesores.

Según ha indicado el secretario general, estos datos han motivado que la
Consejería de Educación y Cultura haya querido extrapolar esta iniciativa a
otros municipios y centros extremeños que cuentan con bienes patrimoniales de
especial relevancia, porque “entendemos que la educación es el principal
instrumento para la defensa y conservación de nuestro patrimonio histórico-artístico”.

PROYECTO TRANSVERSAL

El proyecto ‘La escuela adopta un monumento’ es un programa pedagógico
transversal, dirigido a alumnos de todas las etapas educativas, en el que los
centros educativos contarán con el asesoramiento de técnicos de la Dirección
General de Patrimonio Cultural y de la Secretaría General de Educación, además
de la implicación de mancomunidades, ayuntamientos, consorcios y la comunidad
educativa.

Por su parte, la directora general de Patrimonio Cultural ha asegurado que
con este proyecto se lleva a cabo la “conservación preventiva del patrimonio”,
para lo que “la escuela es el mejor canal” para transmitir valores culturales
entre los niños y jóvenes.

Merino ha hecho hincapié en que esta iniciativa pretende familiarizar a los
alumnos con un monumento próximo que les sirva para conocer su historia y lo
que significa “en la realidad de su entorno”, con lo que se consigue poner en
valor y fomentar la sensibilización de la ciudad y su entorno, que se ha
extendido a “todos los ámbitos del patrimonio”, desde los conjuntos históricos
hasta monumentos concretos de ciudades Patrimonio de la Humanidad, así como
edificios religiosos y civiles.

Por último, tanto Díez Solís como Merino han coincidido en que con la
implementación de este proyecto en los centros educativos extremeños se
persigue el desarrollo de actitudes de respeto, valoración y defensa del
patrimonio a través de su conocimiento, porque “si no se conoce nuestro
patrimonio, es muy difícil que se pueda mantener”, ha apostillado Díez Solís.