REFLEXIONES

A mí me dan miedo estas alturas de mi vida, por eso lloro de lado, y eso que desde que hemos retrocedido veinte años como país me siento mucho más joven, aunque a lo mejor es el frío de conducir con las ventanillas bajadas, digo las ventanillas de mi coche, no el llanto, que mi coche solo tiene llantas y presume de ser bajito aun siendo joven. No como yo, que no puedo presumir de ser bajito porque lo soy, tanto que me hubiera gustado codearme con la gente de alta posición, pero solo les llegaba a la entrepierna con mis codos. Por eso, más que de codeos soy de patadas, es decir, me retiro y me voy al estanque a ver a los patos. ¿Cómo no me van a dar miedo estas alturas?