Digital Extremadura

CORAZÓN VERDIBLANCO

OPINIÓN
Comparte en redes sociales

[Img #33066]La felicidad no es más que un haz de luz en la ventana del alma, que muestra
que el corazón está en casa; esto es lo que sucede cada domingo, cuando
atravieso la puerta numero 13 del estadio Príncipe Felipe o cuando me desplazo
a cualquier campo a ver a mi equipo.

 

Es
entonces cuando abro mi corazón que bombea sangre verdiblanca por mis venas,
anegándolas con un sentimiento que no se puede evitar, reflejándose en mi
rostro una alegría inmensa, encendiendo el motor de mi garganta preparada para
dejarse la voz.

 

Todo
este sentimiento arraigado, que ni consigo ni pretendo obviar, tiene raíces
profundas la herencia que mi padre me dio en vida y se encargo de inculcarme,
asistiendo a esta sagrada liturgia domingo a domingo y viajando desde muy
pequeño por pueblos de  Extremadura, siguiendo el rastro del gol que nos
llevaba al camino de la felicidad.

 

Estos
son la pasión por unos colores, el verde y el blanco,  el apego a un
escudo, que simboliza la ciudad donde nací y la devoción a un equipo, mi equipo
el Cacereño.

 

Son
Miles de kilómetros recorridos, atravesando el mapa de norte a sur, de este a
oeste, carreteras que escondían auténticos valores, muchas horas de sueño
desvelados, viajando al encuentro de una ilusión.

 

Latido
a latido, me siento orgulloso de formar parte de este sentimiento, de esta
hinchada, de esta familia que formamos la marea verde, un monstruo de mil
cabezas que tiñe de color la grada cada partido y que con sus mil voces no
paramos de alentar al equipo hasta el pitido final.

 

Mi
dulce memoria escribe con tinta verdiblanca sus páginas más dulces, en mi
recuerdo quedan grandes momentos, instantes inolvidables, y una pasión de
corazón… de corazón verdiblanco.

 

Siempre
CPC,  Siempre 101%.  


Comparte en redes sociales

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *