Me imagino que para una persona como usted, hijo y nieto de personas amenazadas por ETA, la militancia política era casi una obligación moral.
Sí. De hecho fui a la militancia en el PP y a la concejalía en un Ayuntamiento, el de Llodio, casi como si fuera alistado. Me dijo mi padre: «tienes que ir porque no hay nadie de la localidad que quiera ir en el tercer puesto y parece que ese puesto va a ser votado por los ciudadanos».
http://www.libertaddigital.com/espana/2014-01-18/santiago-abascal-el-estado-autonomico-se-ha-convertido-en-el-del-bienestar-de-los-partidos-1276508626/