Así se ha pronunciado Rajoy en la clausura de la Convención Nacional del PP, que ha reunido a más de 2.000 cargos y militantes del partido en el Centro Cultural Miguel Delibes de Valladolid, en un largo discurso centrado en ‘vender’ la mejora que ha experimentado la economía española y en dar las «gracias» a los españoles por los esfuerzos y sacrificios realizados en estos dos primeros años.
El jefe del Ejecutivo ha abierto su intervención con un mensaje de optimismo al asegurar que ya están empezando a «cambiar el ánimo de los españoles y el futuro de España». «Hemos pasado de la resignación a la esperanza, del desánimo a la confianza, del conformismo al reformismo», ha proclamado, cosechando una prolongada ovación del auditorio.
En un ejercicio de «memoria», ha subrayado que el PP al ganar las elecciones recibió un país «tambaleándose al borde la quiebra», con un «déficit insoportable» del 9 por ciento y una tasa de paro que crecía de «manera desbocada». «Me acuerdo de eso muy bien, cada mañana era un sobresalto», ha apostillado, para añadir que entonces no sabían si serían capaces de pagar pensiones y subsidios.
«Nos arremangamos» y «frenamos la caída»
Ante ese «panorama desolador», ha proseguido, muchos creían que España no podría resistir y que tendría que pedir un rescate. «A partir de esa situación, nos arremangamos y acometimos la tarea, frenamos la caída, la detuvimos en seco. Y no solo detuvimos la ruina sino que logramos que España con sus propias fuerzas comenzó a caminar otra vez», ha enfatizado, subrayando que las reformas emprendidas han actuado como «dique de contención».
En este punto, ha defendido la necesidad de que en España se reconozca lo que ya «fuera» del país «reconocen todos», diciendo claro a los ciudadanos que sus «sacrificios» no fueron «en balde». «Los españoles aceptaron el esfuerzo que les pedimos», ha destacado, para señalar que las medidas adoptadas no eran las «más populares» pero sí las «necesarias» con el fin de llevar al país «a buen puerto».
Rajoy ha asegurado que «todos los días» se les reclamaba que pidieran el rescate pero lo rechazaron para «no agravar» la situación. «Otros tal vez lo habrían aceptado y hoy lo estaríamos lamentando. Nos negamos a someter a España a semejante castigo y tomar esa decisión no fue fácil», ha reconocido.
«Los españoles nos hemos rescatado nosotros solos»
Pero gracias al «plan» diseñado y a los esfuerzos de los españoles, ha relatado, se consiguió «detener el hundimiento, evitar el rescate y recuperar la confianza». «Pero al final los españoles nos hemos rescatado nosotros solos y toda España cargó con el trabajo adicional de intentar que nadie quedara en la cuneta y muchos se creían que la crisis iba a llevar a España por delante y al final es España la que se va a llevar la crisis por delante gracias al esfuerzo de todos los españoles», ha subrayado.
Según ha dicho, ahora ya buscan «la luz de la superficie» y se ha producido un «cambio en el signo de los acontecimientos», con un camino «que va en la buena dirección» como demuestra la bajada de la prima de riesgo, la mejora de las exportaciones o la vuelta de los inversores. Eso sí, ha admitido que la cifra de paro es «inasumible» y que seguirán luchando «con el mismo tesón» hasta que se corrija y puedan sentirse satisfechos.
«Todavía es necesario esperar, todavía es necesario empujar, pero ahora nos movemos. España está ahora en marcha», ha afirmado, para admitir que aunque aún las familias no han percibido esas mejoras, «dejarán pronto su huella en la lista de la compra de cada familia». A su juicio, el país lo único que necesitaba era «liberarse de la ineptitud de un mal gobierno para recuperar su propia energía».
Críticas a Rubalcaba
Tras asegurar que en estos dos años «no han faltado críticas» –aunque a su juicio algunas «más bien sobraron_, ha criticado duramente que esos reproches vinieran precisamente de «los mismos» que habían «pregonado en falso brotes verdes y amaneceres luminosos». «Los mismos causantes del descalabro eran los que más criticaban el remedio», ha aseverado.
Aunque sin citar el nombre de Rubalcaba, ha censurado que quién fue «vicepresidente de un Gobierno que llevó a España a la ruina», diga ahora que no se ha hecho «nada» y que lo peor está por venir. «Si además tú eres parte destacada en la causa de ese calvario, o te callas o reconoces el mérito de la gente», le ha espetado.
En este punto, ha criticado duramente que el PSOE no quiera reconocer lo que sí se reconoce fuera de España y le ha acusado de ser «esclavo de sus propias consignas». «No me importa que se critique, lo que me molesta es que se siembre el desánimo. Lo que pido es un poquito de respeto a las esperanzas de la gente», ha abundado, para recriminar a Rubalcaba que «oculte» a los ciudadanos «la verdad de la recuperación como antes le ocultó la del hundimiento».