La Consejería de Fomento, Vivienda, Ordenación del Territorio y Turismo ha invertido 1,4 millones de euros, en el segundo semestre de 2013, en obras para mejorar la seguridad de presas de las dos cuencas extremeñas y que son titularidad del Gobierno de Extremadura.
Según
ha informado la directora general de Carreteras y Obras Hidráulicas, Montaña
Jiménez, en total, se ha actuado en 41 embalses que abastecen a 147 municipios,
con 200.000 habitantes censados, que en verano aumentan hasta los 345.000
vecinos.
El
Gobierno de Extremadura tiene bajo su competencia un total de 41 presas y 11
balsas, todas ellas para abastecimiento de agua a poblaciones. En gran parte se
construyeron en los años 80 y 90.
Se
trata, de embalses de pequeño volumen diseminados por toda la geografía
extremeña y que tienen una importancia fundamental, puesto que para muchos
pueblos estos pantanos representan la única posibilidad de contar con agua para
su consumo en los periodos secos, a lo que hay que sumar que durante los
veranos estas localidades ven aumentada su población de manera importante (en
muchos casos se duplica), debido a la llegada de emigrantes y turistas.
Casi
todos los embalses tienen la clasificación de “gran presa”. En cuanto a la
clasificación frente al riesgo potencial en caso de rotura o avería, existen de
todas las categorías, siendo la mayoría de categoría A o B (31), y en menor
medida de categoría C (10). Para las balsas, sólo están clasificadas 7 de las
11 existentes, siendo de categoría A, B y C.
Actualmente,
ha indicado Montaña Jiménez, el volumen de agua embalsada de estas presas
aseguran el abastecimiento de agua a las poblaciones para casi dos años.
Las
presas dependientes de la Consejería y localizadas en la cuenca del Guadiana
cuentan, tras las lluvias de estos últimos días, con 40 hectómetros cúbicos de
agua (el 90 % de su capacidad), mientras que las del Tajo embalsan 25
hectómetros cúbicos de agua (el87% de su capacidad total).
Entre
las actuaciones que se han acometido están la redacción de estudios de
seguridad, la instalación de sondas de medida de nivel, la mejora de los
sistemas de auscultación, la mejora de las válvulas de los desagües, la mejora de
los accesos, la instalación de placas solares o la mejora de la
impermeabilización.
Además
de estas actuaciones para mejorar la seguridad de los embalses, la Consejería
de Fomento también ha acometido la elaboración de los planes de emergencia de
las presas de titularidad autonómica, una de las asignaturas pendientes que se
encontró el Gobierno de José Antonio Monago en 2011.
En
la actualidad, la práctica totalidad de ellas tienen un plan de emergencia
aprobado o con informe positivo de la Dirección General de Aguas del Gobierno
central. La normativa vigente sólo exige que tengan plan de emergencia las
presas de categoría A o B.