Las Lavanderas regresan un año más a Cáceres

La tradición de las lavanderas ha regresado un año más a Cáceres que recuerda a estas mujeres que hacían un duro trabajo y celebraban el fin del invierno con una fiesta donde quemaban al “febrerillo”.

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Este
año la fiesta ha cobrado una significación especial porque se cumple el 25
aniversario de su recuperación por la Universidad Popular y por ello se han
confeccionado dos peleles, y uno de ellos ha sido indultado.

 

La
alcaldesa de Cáceres Elena Nevado, ha destacado que este año la fiesta cobra
«especial importancia» porque se cumplen 25 años desde que se recuperó
esta tradición y por eso hay una estampa diferente con dos
«febrerillos».

 

“Uno
de ellos recibirá su destino habitual entre las llamas, pero el otro va a ser
indultado por la ciudad de Cáceres, para que pase a formar parte de nuestra
memoria viva en el Museo Municipal, donde se mostrará a partir de hoy para que
todos conozcan esta tradición tan nuestra».

 

“Una
fiesta en la que nosotros también decimos adiós a un febrero lluvioso y frío
con la quema del febrerillo, pero también a los malos momentos, esos malos
ratos que hoy vemos arder junto a este pelele para ver llegar marzo, para
acercarnos a un tiempo más benigno que anuncie la llegada de la
primavera».

 

Ha
destacado la figura de estas mujeres “que durante todo el largo año trabajaban
sin importar si hacía frío o calor, si llovía o hacía sol, pero que
interrumpían solo este día sus quehaceres para festejar que se acercaba la
primavera, regalándonos una bonita 
tradición que nos vuelve a reunir aquí».

 

“Es
un placer ver cómo años después los cacereños siguen participando en esta fiesta
que sirve de homenaje a nuestras raíces, cómo niños y mayores disfrutan de los
coquillos, roscas y licores típicos de una fiesta que se transmite de
generación en generación».

 

[Img #34317]Ha
agradecido el trabajo de los mayores del Aula de la Tercera Edad de la
Universidad Popular, y a los niños de los centros escolares de la ciudad que se
suman a esta celebración, y en general a todos los que se vuelcan cada año para
que esta fiesta y las mujeres a las que representa no caigan en el olvido.

 

Una
alumna de la Universidad Popular ha recordado en este día «el alma de las
lavanderas, que todavía siguen cantando».

 

Los
cauces ocultos bajo la ciudad, ha señalado, «llevan sus penas, recuerdos y
suspiros, y nosotros en su memoria hacemos que estén latentes y no se enfrenten
al vacío».

 

Como
ya es tradicional los peleles han estado acompañados durante su recorrido por
los alumnos de la Universidad Popular vestidos de lavanderas y aguadores, que
confeccionan el muñeco, y por escolares disfrazados.