Digital Extremadura
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Los que somos de pueblo sabemos que cuando se
moría un perro o un gato se le enterraba en la huerta y al año siguiente se
sacaban unos melones que ya quisieran los de Villaconejos y  Dolly Parton,
pero ahora no, ahora parece que un animal es el ser vivo más importante que
tienes en casa y no puede tener un fin tan vil.

La pasada semana se murió el perro de unos amigos. Fue muy dramático. Como en
el trabajo no dan días por la muerte de las mascotas por no tener categoría de
familiar de primer grado (todo se andará, ya veréis), cogieron unos días de
vacaciones para recuperarse de las secuelas postraumáticas que les produjo la
pérdida del animal.

 Lo normal en una ciudad como Madrid es llevar al  perro al veterinario
para que le pongan una inyección de placebo, el efecto es puramente
psicológico, el animal piensa que ya no le quieren y se muere de pena él solo.
Una vez pasado este trago tan amargo, el veterinario se encarga de mandarlo
 incinerar con otros perros, gatos, boas constrictor  y con el tigre
de Jesulín, te cobra un precio módico y c’est fini.

Pero para rayar lo absurdo, pidieron que la incineración fuera solamente con su
perro porque con las cenizas querían hacerse una joya, un colgante. Parece ser
que mezclando las cenizas de perro con silicato de boro se hacen unas joyas que
te «mueres». Yo les dije que podían aprovechar el viaje y pedir que
engarzaran  el colmillo de oro de su tía abuela  para hacerse un
piercing para el ombligo.

Esperad, voy a hacer una pausa porque tengo que asimilar esto…
.
.
.
Ya volví….Es que he estado investigando en internet y, efectivamente, podemos
hacer de todo con las mascotas muertas. Hay empresas que venden urnas de
cenizas para perros, lápidas con inscripciones sobre mármol o granito,
organizan el velatorio para tu mascota, eso sí, con cita previa (me va a dar
algo) y por supuesto, los colgantes y todo tipo de joyas y abalorios.

Os tengo que dejar, que me se acaba de inmolar el hamster y tengo que
deshacerme del cadáver antes de que lleguen los de la policía científica a
tomar huellas.

¡Niñossssss! ¿quién ha dejado la jaula junto al enchufe de la luz con un
alambre y un trozo de quesoooo?

Nota informativa: Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia,
en este blog queremos a los animales.


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