Un informe elaborado por el Gobierno de Cantabria señala que Extremadura es la segunda región española que más ha visto reducir sus ingresos procedentes del sistema de financiación autonómica entre los años 2007 y 2013 en un 15 por ciento, mientras que la media se sitúa en el 8 por ciento.
Sólo Baleares ve crecer sus ingresos, un 6%, mientras que los
descensos más notables se dan en Andalucía (-16%), Extremadura (-15%),
Castilla La Mancha y Murcia (-13%), Canarias (-12%), Galicia y Castilla y
León (-11%) y Asturias (-10%). Por debajo de la media nacional se
sitúan La Rioja (-7%) Cantabria, Valencia y Aragón (-6%), Madrid (-3%) y
Cataluña (-1%).
El Ejecutivo cántabro considera que el actual sistema de
financiación «no ha generado los recursos suficientes» para que las
Comunidades Autónomas atiendan a la prestación de sus servicios, y que
«no ha sido equitativo ni justo», ya que «no se garantiza el mismo nivel
de prestación de los servicios y las insuficiencias difieren de una
comunidad a otra».
Esta es la principal conclusión del informe que el Gobierno de
Cantabria ha trasladado al Ministerio de Hacienda, en respuesta a la
petición que el departamento de Cristóbal Montoro ha hecho a todas las
comunidades autónomas.
En el informe, al que ha tenido acceso Europa Press, se subraya
que tanto el gasto en sanidad como en educación han crecido en el
periodo 2007-2011 un 14 por ciento y un 8 por ciento, respectivamente, a
nivel nacional, mientras que los recursos que proporciona el sistema se
reducen de media un 8 por ciento, lo que demuestra que el sistema «no
aporta recursos suficientes para atender a los gastos autonómicos».
Según los datos recogidos en este informe, en Cantabria los
ingresos procedentes del sistema de financiación autonómica entre 2007 y
2011 se han reducido un 6 por ciento (-107,87 millones), mientras el
gasto público en educación ha crecido un 13 por ciento y en sanidad un
14 por ciento.
Los datos de este informe, procedentes de la Agencia Cántabra de
Administración Tributaria, reflejan una evolución muy dispar de los
ingresos procedentes del sistema de financiación autonómica en las
diferentes regiones.
DISPERSIÓN
De cara a la negociación del nuevo modelo de financiación
autonómica, Cantabria quiere conseguir que los criterios de dispersión y
envejecimiento tengan más peso específico en el reparto de fondos.
Para el Gobierno de Cantabria, la variable de dispersión que se
utiliza en el reparto del Fondo de Garantía -número de núcleos
poblacionales-, no recoge la verdadera situación de las comunidades
autónomas, por lo que insta al Ministerio a «relativizarla en función de
los habitantes de cada núcleo y tratarla como una peculiaridad de
algunas comunidades y no como una característica de todas».
En su informe, el Gobierno de Cantabria advierte que el uso de la
capacidad normativa y la asimetría en la misma genera «ineficiencias y
descoordinación» en las actuaciones tanto entre los distintos niveles de
administración como dentro del mismo nivel.
Añade que el reparto de los recursos adicionales de los años 2009 y
2010 responde a variables «arbitrarias y cuestionables» que modifican
las Necesidades Globales de Financiación de las comunidades autónomas,
lo que «condiciona tanto la suficiencia estática como dinámica del
sistema».
Al mismo tiempo, puntualiza que ni en el cómputo de la suficiencia
estática ni el de la dinámica se tiene en cuenta el componente de coste
fijo que le supone a las comunidades de tamaño más reducido la
prestación de los servicios públicos.
Al respecto, el Gobierno regional explica que tanto la sanidad
como la educación en Cantabria tienen un alto componente de costes fijos
que se concreta en sus infraestructuras físicas y humanas; «sin embargo
-añade-, se están haciendo grandes esfuerzos de contención del
componente variable del gasto».
Aunque el cálculo de las necesidades de financiación deriva del
coste efectivo de los servicios transferidos, Cantabria sostiene que
habría que distinguir «qué parte de ese coste efectivo es achacable al
tamaño poblacional y cuál depende de los factores de oferta y resulta
imposible de modificar a la baja».
En otro orden de cosas, Cantabria señala que la crisis económica
ha afectado especialmente a los ingresos tributarios de las comunidades
autónomas «sin que esto se haya visto compensado por una evolución más
estable de las transferencias del Estado ni de las entregas a cuenta».
El Gobierno regional indica al respecto que, durante estos años de
crisis económica en los que uno de los principales instrumentos de
consolidación fiscal utilizados por la Administración Central ha sido la
subida de impuestos, las comunidades autónomas no se han beneficiado de
estas subidas, sino que han dejado de recibir más de 6.000 millones de
euros, pese a que los tributos compartidos suponen el 70% de sus
ingresos.
Por último, desde Cantabria se advierte que la complejidad de los
Fondos de Convergencia «genera inestabilidad» en el sistema y puede
incentivar «situaciones ineficientes» para cumplir con los criterios.