Allí se reunieron peregrinos de las tres diócesis extremeñas para honrar a los misioneros extremeños.
A pesar del mal
tiempo, el ánimo y la alegría fueron dos constantes de la convivencia.
Al
llegar, un café y unas ricas madalenas
nos ayudaron a superar el frío. Después tuvo lugar la acogida por parte del
Delegado de Plasencia y el párroco de Zorita.
Los
misioneros proclamaron las parábolas del Reino, acompañándolas del testimonio
personal, con el siguiente orden:
1ª. LAS VÍRGENES VIGILANTES, Badajoz.
2ª
INVITADOS AL BANQUETE, Cáceres.
3ª LA SEMILLA QUE CRECE SOLA,
Plasencia.
4ª LA LEVADURA Y EL GRANO D MOSTAZA,
Badajoz.
5ª LA OVEJA PERDIDA: Cáceres.
6ª EL SEMBRADOR, Plasencia
Al finalizar las parábolas, los
peregrinos compartieron el eco y los retos para la evangelización en nuestras
comunidades.
Descanso para comer y saborear los
ricos productos de nuestros pueblos.
Y como cierre de la convivencia, la
eucaristía, llena de sabor misionero.
Desde Roma, nuestros obispos y
vicarios han apostado, con sus mensajes y oraciones, el éxito de la
Peregrinación.
Nos queda el bello recuerdo de un
jornada, en lo meteorológico, dura; pero en lo espiritual, espléndida.