La vicepresidenta extremeña, Cristina Teniente ha apostillado en este sentido que el Gobierno no va a «consentir que se destruya empleo en Extremadura por los problemas que esta empresa pueda tener fuera de esta comunidad autónoma.
Teniente ha añadido que «el Gobierno de Extremadura ha sido
durante años el gran cliente de Tragsa» y necesita saber si «la relación
no sigue siendo importante o estratégica para Tragsa», porque de ser
así «automáticamente dejará de serlo para el Gobierno de Extremadura».