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Maltravieso contará con un protocolo para garantizar la supervivencia de sus pinturas y la labor investigadora

CÁCERES
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La Comisión de seguimiento de la cueva de Maltravieso ha aprobado un protocolo de uso, compatible con la labor investigadora, con el objetivo de garantizar la conservación del conjunto de arte parietal compatible con la labor investigadora.

[Img #35123]En
una reunión celebrada hoy en Mérida los especialistas de este organismo
dependiente del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte han presentado las
conclusiones de las distintas investigaciones que se vienen realizando respecto
a la conservación de la cueva, desde el punto de vista geológico,
microbiológico y ambiental.

 

Todos
los informes concluyen en la necesidad de establecer ese protocolo de uso con
el objetivo de frenar el deterioro que sufren las pinturas rupestres. 
Entre
las actuaciones permitidas en la cueva figuran los controles y registro de
datos y sondas, la toma puntual de muestras para analíticas, visitas
especializadas y estudios de arte rupestre.

 

Cada
una de estas actuaciones llevan aparejadas una limitación de tiempo y del
número de personas que pueden acceder en cada momento, limitaciones que estarán
sujetas a revisión en función de la evolución de los distintos estudios.

 

El
protocolo establece la continuación del programa de registro digital de los
paneles donde se encuentran las pinturas y de los parámetros ambientales a
través de las sondas y medidores instalados en distintos puntos de la cavidad. 
Un
registro que será realizado mensualmente por técnicos de la Dirección General
de Patrimonio Cultural, que podrán permanecer un tiempo máximo de cinco horas
en la cueva.

 

La
Consejería de Educación y Cultura seguirá dando traslado de los resultados
obtenidos al IPCE. Durante estas labores, el acceso está limitado a dos
técnicos.

 

Respecto
al registro digital, consiste en un seguimiento gráfico sistemático de cada uno
de los paneles con arte rupestre, con el objetivo de generar un banco de
archivos digitales, en imágenes y escáner 3D con carácter diacrónico, que
permitan determinar posibles alteraciones en los soportes y que además puede
ser utilizado como base documental para futuras investigaciones.

 

MEDICIONES


El
protocolo también incluye la continuación de las mediciones de radón en el interior
y exterior de la cavidad, de las mediciones de CO2, la realización de análisis
de carácter microbiológico y geológico detallados por el IPCE, así como
solicitar la colaboración de AEMET para mejorar el registro de datos
atmosféricos del exterior en aspectos relevantes como precipitación, presión
atmosférica y CO2.

 

Además,
establece la realización de analíticas para caracterizar la composición de los
pigmentos utilizados en las representaciones artísticas de la cavidad. De ahí
que otra de las actuaciones permitidas en la cueva sea la toma puntual de
muestras para analíticas.

 

Previa
autorización de la Dirección General de Patrimonio Cultural, estará permitido
el acceso para tomar muestras relacionadas con la investigación de la
caracterización o conservación de las pinturas o de los restos arqueológicos
conservados en la cavidad. 
Este
acceso está limitado a dos jornadas al mes, con una duración máxima de dos
horas por jornada y cinco personas, incluidos los técnicos supervisores.

De
manera excepcional, la Dirección General de Patrimonio Cultural podrá autorizar
visitas de personal especializado al interior de la cueva, como máximo una vez
al mes. De este modo, especialistas de reconocido prestigio nacional e
internacional podrán conocer el yacimiento en el marco de proyectos de
investigación o estudios que tengan relación con Maltravieso.

 

Estas
visitas tendrán un carácter puntual y como máximo se podrán realizar una vez al
mes. El acceso está limitado a tres personas, incluido el personal técnico
supervisor, por un tiempo máximo de cuatro horas.

 

Por
otro lado, al margen de los estudios llevados a cabo por la Dirección General
de Patrimonio Cultural, se podrán autorizar otras investigaciones sobre arte
rupestre a equipos especializados de ámbito nacional e internacional de
reconocido prestigio.

 

Para
ello, se les facilitará el catálogo completo de imágenes en alta resolución de
cada una de las representaciones rupestres documentadas así como los datos
relativos a las características y dimensiones de los paneles donde se
localizan.

 

De
forma excepcional, se podrá autorizar registros fotográficos o toma de datos
puntuales. Como máximo se autorizará un estudio al año. La limitación para ello
es de tres jornadas al mes y el acceso para un máximo de cuatro personas,
incluido el personal técnico supervisor, por un tiempo de tres horas por
jornada.

 

INFORMES GEOLÓGICOS,
MICROBIOLÓGICOS Y AMBIENTALES

 

El
personal técnico del Instituto de Patrimonio Cultural de España, entidad que
también participa en el seguimiento de la cueva de Altamira, ha realizado los
informes sobre la cueva de Maltravieso en los que se basa el protocolo de uso
aprobado hoy. Se trata de estudios geológicos, microbiológicos y ambientales
cuyas conclusiones han expuesto en la reunión.

 

En
el plano geológico, el IPCE ha estudiado las características del soporte
parietal sobre el que fueron realizadas las pinturas y grabados de Maltravieso,
ya que su conservación está estrechamente ligada con su estabilidad. Para ello,
se han utilizado técnicas que incluyen microscopia electrónica de barrido y
difracción de rayos X.

 

El
informe concluye que, si bien las concreciones calcíticas muestran cierto grado
de compacidad, no sucede lo mismo con las superficies recubiertas por
aragonitos, mineral presente en la práctica totalidad de las muestras-, cuyo
grado de cohesión es muy variable, especialmente en una muestra recogida en el
panel principal de pinturas de la cueva donde presenta un grado de cohesión muy
bajo.

 

Por
otro lado, se ha estudiado el biodeterioro de la cueva y su incidencia en las
pinturas a través de un exhaustivo análisis microbiológico, un estudio que
supone la continuidad de los ya realizados en los años noventa.

 

En
las conclusiones se determina que ha disminuido la contaminación de coliformes
fecales detectados en muestreos de 1996, pero que el resto de contaminantes
microbiológicos presentan concentraciones muy semejantes e incluso mayores a
las de ese año.

 

Así,
es elevado el índice de contaminaciones de algas, cianobacterias, bacterias y
actinomicetos, grupos que tienen capacidad para alterar el arte parietal. El
informe concluye que la cueva tiene un grado de contaminación elevada
favorecida por las condiciones ambientales y geomorfológicas, pero también por
la actividad antrópica realizada.

 

Por
ello, recomienda el cese de la excavación y continuar con el control
microbiológico para estudiar posibles tratamientos puntuales.

 

Respecto
al informe ambiental, destaca la necesidad de establecer restricciones de uso
para las actividades que supongan un riesgo físico a la cavidad, tales como
golpes, abrasiones, roturas o desprendimientos.

 

En
la Comisión de Seguimiento de la Cueva de Maltravieso participa la Consejería
de Educación y Cultura, el Instituto de Patrimonio Cultural de España,
especialistas en Prehistoria e investigadores del proyecto Primeros Pobladores
de la Universidad Rovira i Virgili. A la sesión celebrada hoy se ha invitado al
subdirector general del IPCE, Alfonso Muñoz Cosme, así como al director del
Consorcio ‘Cáceres, Ciudad Histórica’, César García González.

 

 

 


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