“Mérida, capital y encomienda de la Orden de Santiago (1490-1530)”. Es el título del libro/monografía de una ciudad que en aquellos años alojaba a unos 800 vecinos. Gracias a él, se llena un vacío en la historiografía de Mérida, a pesar de la poca entidad de la ciudad en la época estudiada. Así al menos lo señala el autor del ejemplar, Ángel Bernal, catedrático de instituto y doctor en Historia Medieval con un estudio sobre el concejo de Ciudad Rodrigo en el siglo XV
“Mérida, capital y
encomienda de la Orden
de Santiago” hace el número 57 de la “Colección Historia”. Editada por el
Departamento de Publicaciones de la Institución Provincial,
la publicación explora aquellas décadas de un pueblo con poco peso demográfico
y político. Aun así y a lo largo de cuatro décadas se construyó el acueducto de
San Lázaro y hubo intentos de segregación de Almendralejo para no continuar
dependiendo de Mérida.
Señala el autor del
trabajo que “la economía de entonces era fundamentalmente agraria y ganadera
por lo que no cuajó una nobleza local como en Cáceres o Plasencia. “Hubo una
clase de labradores adinerados, algunos hidalgos y otros miembros de la Orden de Santiago que
fijaron su residencia en la ciudad”, añade Bernal.
El libro, pues,
analiza el espacio geográfico y jurisdiccional que tuvo que administrar la Orden, la propiedad, la
ordenación y el aprovechamiento de la tierra, además de la composición social
de quienes la habitaban a finales del periodo medieval.